Image: Dylan según Scorsese

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Cine

Dylan según Scorsese

El Festival de Toronto estrena el filme en torno al mito "No Direction Home"

8 septiembre, 2005 02:00

Imagen de No direction home

Antes de su pase en la televisión norteamericana para la que fue concebido, el Festival de Toronto que comienza el 8 de septiembre será el lugar en el que se presente mundialmente el documental de Martin Scorsese No Direction Home: Bob Dylan. El autor de El último vals ha tenido un acceso de privilegio a los archivos de Bob Dylan, a metraje inédito de conciertos y a una larga entrevista con el genial autor e intérprete.

Cuenta Bob Dylan en su primer volumen de memorias, Crónicas (2005), que al llegar a Nueva York en las frías Navidades de 1960, procedente de Minessota y sin haber cumplido todavía los veinte años, sintió que la ciudad, el destino, le miraba sólo a él. En apenas cinco años y siete álbumes, con sus mercuriales composiciones y su actitud de no pertenecer a nadie ni a nada más que a sí mismo, cambió el devenir de la música popular para siempre. A partir de entonces, desde los Beatles a Eminem, la música no sobreviviría sin mirarse, aunque fuera de reojo, en el espejo intelectual y combatiente de Bob Dylan. Trajo poesía a la música cantando versos de fuego como "es fácil de ver, sin mirar muy lejos, que nada es realmente sagrado", poniéndole así cerebro a lo que Elvis había puesto cuerpo. Sin duda, el cómo y el porqué de aquel muchachito judío que transformó el universo musical en cinco años -hasta el "supuesto" accidente de moto que le alejó de toda aquella locura-, es una historia que debía ser contada.

¿Y quién mejor que Martin Scorsese para hacerlo? Podremos imaginar otros candidatos (Wim Wenders, Clint Eastwood, quizá Jim Jarmusch), pero ninguno tan adecuado como Scorsese. No sólo porque su sabiduría y sensibilidad hacia la música popular norteamericana le preceden -ahí está el canónico documental de rock El último vals-, ni porque conoció de primera mano aquel Greenwich Village que asistió a la formación del genio, sino porque el propio Dylan le señaló con el dedo, impresionado al ver su reciente película sobre la historia del blues, Feels Like Going Home, que financió la PBS. La misma cadena de televisión pública americana, junto a otras seis compañías (incluida la BBC), produce los dos capítulos de No Direction Home como parte de la serie "American Masters", aunque a buen seguro el filme se estrenará también en salas (aquí llegará en noviembre), tal y como estos días se presenta en el Festival de Toronto que hoy da comienzo.

Sin restricciones
"He tratado de hacer una película lo más honesta posible, sin restricciones innecesarias", asegura Scorsese, quien ha contado, por vez primera, con un acceso de privilegio a The Bob Dylan Archives. La película es una caja de sorpresas que permitirá ver inéditos y rarezas, incluyendo metraje de los Festivales de Newport de 1963, 1964 y 1965 (en el que cambió el acústico por el eléctrico), imágenes desconocidas que grabó D. A. Pennebaker para la película fundacional Don’t Look Back, entrevistas con Joan Baez, Pete Seeger y Allen Ginsberg, entre otros, y hasta material secreto de coleccionistas privados y fans.

Pero el mayor regalo para dylanólogos es que el artista en persona, tan reacio a hablar de sí mismo, ha hecho balance de aquellos años en una serie de entrevistas de más de diez horas dirigidas por su agente Jeff Rossen, y con las que Scorsese ha trabajado libremente. "Prefiero no hablar directamente con el hombre -aseguró el cineasta antes de ponerse manos a la obra-. Me gustaría encontrar una historia y entonces realizarla de la manera en que yo creo que es correcta". Honestidad es la palabra clave. Por eso, muy alejado de los herméticos documentales de televisión, No Direction Home no sólo ofrece como poco la oportunidad de viajar a los años de la eclosión del genio, sino que por encima de todo es el retrato del artista adolescente que fue Dylan pintado con la mano maestra de Scorsese, reinterpretando las palabras del cambiante mito -"No sé si Dylan está mintiendo"- y convirtiendo su historia en una aventura personal. "He disfrutado y admirado sus numerosas transformaciones musicales -explica el director de Malas calles-. Para mí, no hay ningún artista que haya vertido sus influencias tan sabiamente para crear algo tan único y singular".

¿Permitirá este retrato de Dylan ver al hombre detrás de sus máscaras? "Yo pienso por mí, claro está, y estoy de su lado, por lo que podría ser considerado un simpatizante", aclara Scorsese, quien sabe que tratándose del autor de Positively 4th Street (su ácida defensa dirigida a los folkies que le acusaron de traidor), siempre se corre el riesgo de caer en la hagiografía. Pero algo nos dice que las cuatro horas de No Direction Home colocarán al trovador de Minessota en el lugar que le pertenece.