Cine

El jinete pálido

Clint Eastwood en DVD

1 diciembre, 2005 01:00

Clint Eastwood en El jinete pálido

El Cultural entrega el 8 de noviembre, por sólo 7,50 euros, el DVD El jinete pálido (1985), relectura en clave fantasmagórica y bíblica del clásico del género Raíces profundas.

Echamos mano de Alejo Carpentier -"Los adejtivos son las arrugas del estilo"- para asegurar que el cine de Clint Eastwood es un cine sin arrugas. Su prosa cinematográfica sólo necesita del verbo y del sustantivo para engarzar al espectador por el alma y sobrecogerle. Narración pulcra bajo la que late una profunda epicidad. Pongamos por caso El jinete pálido, película con la que dejó bien claro que lo suyo detrás de la cámara no era un capricho, como sí pudo haberlo sido para Paul Newman, Marlon Brando o Jack Nicholson. Con su tercer western (atrás quedaron Infierno de cobardes y El fuera de la ley), los que hasta entonces sólo le veían como un actor de películas de éxito metido a director, tuvieron que empezar a tomarle en serio. Calmadamente, con la clase de laconismo que arrastran sus personajes (y él mismo), emergió en el panorama cinematográfico esgrimiendo la prosa poética de los grandes maestros.

En las pretensiones de Clint Eastwood, efectivamente, estaba la de realizar un western "al estilo clásico", y de aquella manera alejarse de la imagen del spaguetti western qué el mismo había creado junto a Sergio Leone. En realidad, no pudo desprenderse del todo de su pasado, pues la presencia fantasmagórica de El Predicador se alimenta en gran medida del misterio que definía a "el hombre sin nombre" en la popular trilogía de Leone (que los puristas, dicho sea de paso, simplemente desprecian... ellos sabrán por qué). Así que a Clint Eastwood, en cierto modo, cabe concederle el milagroso honor de haber congregado a unos y a otros en torno a un largometraje que Vicente Molina Foix definió acertadamente como "el primer western sobrenatural".

El clasicismo del que bebe es perfectamente localizable desde el momento en que El jinete pálido puede entenderse como una relectura de la inolvidable Raíces profundas (1953, George Stevens), pues aunque los escenarios y los personajes pasan por grandes modificaciones (para cargar las tintas en los ecos espectrales y románticos), el núcleo dramático es exactamente el mismo: un enigmático forastero salva de la extinción a una comunidad de hombres y mujeres que se ven forzados a abandonar sus tierras por las presiones del poderoso caudillo del lugar. Mediante un guión que se cuenta entre los más grandes del género, asistimos a la historia bíblica de los hombres que forjaron América, con sus tierras vírgenes, sus buscadores de oro, sus asesinos de sueños y sus ángeles vengadores.

Curiosidades
-El año del estreno de El jinete pálido, Jean-Luc Godard dedicó su película Detective a Eastwood, Cassavetes y Ulmer.
-Aunque no sea su debut, el actor Chris Penn (acreditado como Christopher) , hermano de Sean Penn, prácticamente se dio a conocer en esta película en el papel del villano Josh LaHood.