Image: David Mamet se pasa al Jiu-Jitsu

Image: David Mamet se pasa al Jiu-Jitsu

Cine

David Mamet se pasa al Jiu-Jitsu

Carta desde Hollywood

29 mayo, 2008 02:00

La última película de David Mamet, Redbelt ("Cinturón Rojo") se presentó recientemente en el Tribeca Film Festival y el director tuvo ocasión de explicar las ideas detrás de una trama ambientada en el mundo de las peleas de Jiu-Jitsu de Los Angeles. Mamet, quien ha causado un gran revuelo con su reciente artículo en el Village Voice neoyorquino explicando por qué se ha vuelto de derechas, ha pasado cinco años entrenándose con un maestro de este estilo de artes marciales por placer y para prepararse para hacer esta película. Protagonizada por Chiwetel Ejiofor, cuenta la historia de un profesor de lucha que cae bajo las redes de un grupo de promotores corruptos. El reparto se completa con Alice Braga, como su mujer brasileña, Rodrigo Sontoro y los habituales de Mamet: Joe Mantenga, Ricky Jay y su propia mujer, Rebeca Pidgeon. "El filme es sobre todo mi homenaje a Kurosawa", me explicó Mamet después del estreno. "Recupero la noción del honor muy presente en su obra sobre los samuráis, particularmente Los siete samuráis, Sanjuro y Yojimbo. La otra fuente de inspiración han sido las películas estadounidenses sobre boxeadores, como Cinderella Man, Million Dollar Baby, Champion o La noche y la ciudad".

Respecto a la noción de honor en Redbelt, Mamet dice que su personaje debe aplicar su código moral en un mundo de gente inmoral: "En toda gran película sobre un héroe éste se enfrenta al reto de demostrar si es Moisés traicionado por los judíos; Jesús por sus discípulos o Martín Luther King asesinado. El héroe puede partir desde lo alto de la montaña, pero cuando baja de ella y se mezcla con las personas normales, el conflicto se transforma en algo muy difícil. Es entonces cuando el alma del hombre es puesta a prueba. De eso trata esta película". Un lustro entero ha pasado Mamet con el maestro brasileño en Jiu-Jitsu Renato Magno mientras escribía el guión: "Yo hice wrestling cuando estaba en el instituto. Después, boxeé durante algún tiempo y también aprendí algo de kung-fu. Mi amigo Ed O'Neill (quien tiene una breve aparición en Redbelt) me dijo que si me mudaba a Los Angeles tenía que ponerme en contacto con esos chicos. Apenas llevaba unas horas instalado en la ciudad cuando iba caminando por la calle y me encontré a Ed. Fue él quien me presentó a Renato y en seguida me puse manos a la obra. La idea de la película surgió de forma instantánea".

Las dudas aún se ciernen sobre el proyecto de Harvey Weinstein de llevar el musical Nine, basado en la película de Fellini 8 ½, al cine. La obra, con una partitura de Maury Yeston, se estrenó en Broadway en 1982 y sigue las peripecias de Guido Contini, un director de cine con una crisis de media edad que se enfrenta a la hoja en blanco en un spa de Venecia a principios de los 60. Raul Julia fue el actor encargado del personaje en su estreno; Jonathan Pryce hizo lo propio en una producción del West End londinense en 1992 y, finalmente, Antonio Banderas obtuvo un gran éxito en 2003 en los escenarios neoyorquinos. La película se presentó con todos los parabienes. Weinstein contrató como director a Rob Marshall, con quien había trabajado en la oscarizada Chicago en 2002. El cásting era espectacular: Javier Bardem como protagonista, acompañado de Penélope Cruz, Sofia Loren, Judi Dench y Nicole Kidman. El rodaje debía comenzar en marzo pero la huelga de guionistas lo impidió. Después, el malogrado Anthony Mingella apenas pudo hacer algunos retoques al guión de Michael Tolkin. Para acabarlo de rematar, Bardem se desligó del proyecto a principios de este mismo mes. De momento, el rodaje se va a diciembre. Algunos maliciosos insinúan que el problema es que Marshall no es suficiente director para un remake de una película fundamental en la historia del cine. Esperemos que Fellini no se revuelva en la tumba...

Y mientras Marshall padece, surge una nueva estrella del cine independiente, Kelly Reichardt, cuyo debut, Old Joy, fue una de las sopresas de 2006. Reichardt envió al Festival de Cannes su segundo filme, Wendy and Lucy, sin que nadie se lo pidiera y por correo ordinario. El director general, Thierry Fremaux, la vio y la incluyó en "Un Certain Regard". Reinhardt ya escaló hacia el éxito de forma discreta. Old Joy, sin apenas diálogos, era un sutil retrato de la soledad. Wendy y Lucy cuenta la historia de Wendy (Michelle Williams), una chica que está a punto de comenzar un prometedor trabajo de verano pero cuyo coche se estropea, su perra es molida a golpes y su vida acaba derrumbándose. Por si quedaba alguna duda, el nombre de la perra es Lucy.