Estreno absoluto de Mauricio Sotelo
El compositor lleva el miércoles al Auditorio Nacional el rayo de tiniebla
29 mayo, 2008 02:00Mauricio Sotelo vuelve a interesarse por el flamenco. Foto: Larry Mangino.
No está mal combinar, en un programa sinfónico, dos obras españolas, una tardorromántica de aire evocador, de Chapí, y otra actual, estreno absoluto, de Mauricio Sotelo, con una composición que revela plenitud orquestadora y la vena melódica de un postromanticismo bien sazonado cual es la Suite nº 2 de Chaikovski. Esta es la disposición que se dará en el concierto del día 4 de junio, en el Auditorio Nacional de Madrid, dentro de la temporada de la Orquesta y Coro de la Comunidad. La sesión se inicia con una muestra de escritura alhambrista, partitura evocadora de la cultura andalusí, plasmada en una característica instrumentación y en el empleo de determinados giros melódicos y rítmicos. Rasgos que se dan en la Fantasía morisca de Chapí (1879), de la que José Ramón Encinar ha elegido su primer número, A Granada. A continuación se incluye la nueva creación, El rayo de tiniebla, encargo de la propia Orquesta, última piedra en la ya amplia e insistente serie que Sotelo viene dedicando a las raíces del flamenco, a sus formas y derivaciones, a veces en conexión profunda con la singular poesía de Valente. Porque el compositor es, en efecto, una de las mentes más imaginativas de nuestra música, siempre avizor, que se mueve como pez en el agua en ese mundo complejo de las sugerencias tímbricas y los motivos de extracción jonda, creando con un candente lirismo imágenes sonoras que persiguen y consiguen un elevación espiritual que proyecta a estratos muy altos las concepciones ideológicas valentianas. Y contestando veladamente algunas preguntas importantes, planteadas por el poeta gallego, siempre preocupado, como Sotelo, de esa "infinitud del universo", en la que se inspira el hombre para sus obras y en la que la memoria juega tan importante papel.Concepciones que latirán en esta nueva partitura, El rayo de tiniebla, palabra esta última que determinaba el sentido de aquella primera incursión en este mundo con Enrique Morente con Lecciones de tinieblas (1993). En esta oportunidad Sotelo emplea igualmente textos de su amado Valente, de Fernando Herrera y de Giordano Bruno. Se cuenta también con el cantaor Arcángel, que ya colaborara, junto a Miguel Poveda, en el espectáculo Sonetos del amor oscuro. Cripta sonora para Luigi Nono, estrenado en el Festival de Granada de 2005. Interviene asimismo el Coro de la Comunidad. Los melodiosos pentagramas chaikovskianos serán un lustroso remate de la sesión.