Alfonso Sánchez: "Me dicen que Eso es así es neorrealismo andaluz o el National Geographic de Sevilla"
Actor, director y creador del último fenómeno Youtube, ha logrado más de 2 millones de visitas en Internet con una trilogía de cortos. Ahora quiere ir a por el largometraje
14 agosto, 2009 02:00Alfonso Sánchez, a la derecha, caracterizado como 'El Cabeza' en el corto Esto ya no es lo que era.
Marta CaballeroLos integrantes de la productora sevillana Mundoficción llevaban 10 años haciendo pequeñas producciones de cine con los ojos puestos en el complicado, y muy caro, paso al largo. Hace algún tiempo, Alfonso Sánchez, actor, director y miembro de la empresa, empezó a urdir una historia que pudiera venderse bien en festivales y que les diera cierta notoriedad para estar un poco más cerca de aquel objetivo. Creó una trilogía sevillana centrada en seis personajes -dos por episodio-, siempre con los mismos intérpretes (uno de ellos, él mismo), que iban despachando uno a uno los tópicos de la fauna de la capital andaluza según las clases sociales. A saber, dos macarras de barrio -hoy, los archiconocidos Culebra y Cabesa-, dos señoritos y dos neohippies buenrollistas. Cuando se dieron cuenta, Youtube les había echado un cable de dos millones y medio de visitas. Hoy, con su ansiada película a un tiro de piedra, siguen sin creerse lo que ha pasado mientras reciben ofertas de cine y televisión. El responsable del fenómeno llamado Eso es así, Alfonso Sánchez, nos cuenta los entresijos de su subida a los altares del humor digital.
PREGUNTA.- ¿Cómo se les ocurrió hacer esta serie cortometrajes? ¿La pensaron desde un primer momento para Internet?
RESPUESTA.- En Mundoficción llevamos haciendo cine 10 años. Habíamos realizado producciones pequeñas, cortometrajes, lo que se podía, pero teníamos varios proyectos para hacer largos y no encontrábamos quien nos apoyase. Así que, como teníamos una cámara HD, pensamos hacer algo barato y que funcionara en festivales. Y surgió la primera historia, Esto ya no es lo que era. Internet fue un instrumento que decidimos usar, pero fue casi casual. Sin embargo, nos ha dado un empuje al que no habríamos llegado ni con todos los festivales del mundo. Aunque hemos ganado en los cuatro festivales a los que hemos llevado el corto, el fin, que era que lo viera la gente, lo hemos conseguido gracias a la red.
P.- ¿Se lo imaginaron?
R.- Si un éxito se pudiera esperar, todo el mundo triunfaría. Lo que sí sabíamos es que una cosa bien hecha puede funcionar, pero como llevábamos tanto tiempo trabajando sin ver tantos resultados, pues, sí, nos hemos sorprendido. Y es un gustazo.
P.- ¿Cuántas visitas llevan?
R.- En total, con todos los cortos de nuestro canal, cerca de dos millones y medio. Y va en progresión. Es alucinante.
P.- A menudo en Youtube una entrada alcanza miles de visitas por el boca a boca, pero suelen ser vídeos caseros, pequeñas bromas... Esto no pasa demasiado con el cine.
R.- Eso es lo curioso. En Youtube se puden revisionar frikadas históricas, ver antiguos programas de televisión, el vídeo de la boda de Manolito o cosas como lo de Tienes talento, que en un día tuvo millones de visitas. Pero que una obra de ficción creada en formato corto se convierta en fenómeno no se había dado.
P.- Porque se puede hablar de fenómeno, ¿verdad?
R.- A mí esa palabra me da vértigo y esto ha sido una locura. Pero la tranquilidad que tenemos es que no es un fenómeno arbitrario, porque llegamos hasta aquí después de estar mucho tiempo trabajando.
"Nos gusta el cine español, pero el bueno"
P.- ¿Es consciente de que es más famoso que muchos cineastas españoles? Desde luego, le reconocerá mucha más gente por la calle.
R.- La verdad es que sí, y ya no solo es el público, sino también gente de la profesión, del medio, directores con Goya que se confiesan seguidores nuestros. Es un honor.
P.- ¿Qué piensa del cine español y de las subvenciones alguien que se ha hecho conocidísimo solo con la ayuda de Youtube?
R.- Es una pregunta que siempre genera polémica. Las estadísticas son un hecho y, si miras la situación, ves que la gente no sólo no va a ver cine español sino que ni siquiera se lo descarga. Estados Unidos, en cambio y en plena crisis, ha subido la cuota de pantalla un 12 por ciento. Allí ha habido un despegue con respecto al espectador, se ha tirado mucho al cine de autor. Pero eso se entiende en países con una industria como la que tienen ellos, en los que el cine independiente funciona auspiciado precisamente por la estructura de grandes producciones. Y de eso aquí no hay. La calidad también ha mermado por la falta de profesionales: hoy ya no existe la figura de un Azcona. Se debería pensar más en qué quiere ver el espectador, y luego, si uno quiere, introducir desde ahí el mensaje político, social... Por eso Azcona es para mí el referente, porque hace cine de entretenimiento pero con matices críticos. Como puede verse en otras películas españolas como en El día de la Bestia e incluso Torrente.
P.- ¿Entonces, le gusta o no le gusta el cine español?
R.- Sí, me gusta el cine español, pero el bueno. Y en cuanto a las subvenciones, son necesarias porque las hay en el campo, en la pesca, en la industria y tiene que haberlas también en este sector, es una buena forma de crear una industria. Eso sí, deberían ser más heterogéneas y las grandes vacas sagradas deberían dejar paso a los nuevos.
P.- Ya que ha nombrado la sátira de Azcona, ¿sus historias Eso es así y Esto ya no es lo que era pretenden ser también críticas o sólo buscan la risa?
R.- Lo único que he intentado es mostrar de la forma más fiable posible la conversación de dos personas que responden a unos parámetros socioculturales. Hay elementos que no pretendían ser cómicos y que luego han hecho reír al espectador. Hay gente que lo ha definido como neorrealismo sevillano o como el Nacional Geographic de la fauna sevillana. Lo que sé es que yo hago cine, si en vez de dos tíos tomando una cerveza hubiera grabado a dos con una pistola sería cine negro y no comedia.
"Nos han llegado muchas ofertas para televisión"
P.- ¿Hasta dónde pretenden llegar con esta serie? Porque han sacado otros títulos en la misma línea trasladando a los personajes a la playa.
R.- El público ha visto una cosa que le ha gustado y está enganchado a una manera de contar que es la de Mundoficción y la mía como autor. Consiste en presentar una película de buena calidad, currada y con buenas interpretaciones. Nos han llegado ofertas para pasar a la tele, pero no hay nada cerrado. Lo que sí haremos será un largometraje que se llamará El día de mañana en el que dos de los protagonistas de esta trilogía, El Cabesa y El Culebra, serán dos personajes de una historia muy coral.
P.- ¿Y qué puede adelantar de esta película?
R.- Se desarrollará dentro de una sucursal bancaria y será una peli de comedia, de acción, que en un momento dado pueda arrancar una lágrima... será lo más fiel a la vida, y hará reír como hacen reír las situaciones más surrealistas (yo en los velatorios me he reído mucho). En cuanto a la financiación, queremos que la gente que nos ha apoyado desde Internet, si quiere, colabore con pequeñas sumas a la producción, o con grandes, no nos importa que venga un internauta millonario, lo que sea, y que luego puedan decir que son productores de cine al ver sus nombres en los títulos de crédito, que espero que sean muy largos.
P.- ¿El humor andaluz es internacional? Hay gente que no puede con él...
R.- Está desprestigiado, y esto es algo que viene de largo. Influye el hecho de que Andalucía históricamente haya pasado a un segundo o tercer plano, y es una pena porque es una región que ha sido cuna de muchas cosas y que ha aportado al mundo filósofos, científicos, poetas. Precisamente por este desprestigio se ha vendido durante mucho tiempo el tópico del andaluz gracioso, vago... Y no es así, tenemos un tempo distinto, está claro, pero no somos como nos venden. Hemos sido las chachas, los porteros... y parece que por ser uno andaluz ya es gracioso. En lo que creemos nosotros es en el humor inteligente, y si está hecho por andaluces, pues será humor andaluz. Shakespeare era el tío más localista del mundo, el primero que hablaba de manías propias de los ingleses, y es el autor más internacional. Lo mismo pasa en el cine rodado en las capitales de Estados Unidos, y en España con Madrid. Dándole valor a lo que uno hace, cualquier historia puede universalizarse. En mis cortos, las conversaciones podría haberlas tenido un moderno de Malasaña o un chaval de Vallecas. A nosotros nos están entendiendo en todos los sitios de habla hispana, así que estamos satisfechos porque hemos logrado romper esa barrera.