Image: Ausencias, incógnitas y sorpresas en Cannes

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Cine

Ausencias, incógnitas y sorpresas en Cannes

Iñárritu y Leigh en un programa insólito

7 mayo, 2010 02:00

Inárritu y Bardem, durante el rodaje de Biutiful.

Éste no va a ser un año más. La fotografía se ha movido y nadie sabe exactamente en qué dirección, puesto que la selección de películas ha tenido la virtud de descolocar a casi todos...

La primera sorpresa consiste en encontrarnos a algunas de las vacas sagradas de la autoría más radical arrinconadas (¿o no?) en la sección Una cierta mirada, que se venía utilizando hasta ahora para acoger las búsquedas más atrevidas de cineastas emergentes. Algo que, con toda seguridad, no serán este año ni el octogenario Jean-Luc Godard, ni los ya muy prestigiosos Hong Sang-soo (Corea) y Jia Zhang-ke (China), ni el rumano Cristi Puiu, ni mucho menos el ya centenario Manoel de Oliveira, quien acude a Cannes con una coproducción española de Luis Miñarro (Eddie Saeta), titulada El extraño caso de Angélica, que consigue dar forma a un viejo proyecto suyo del que había escrito ya una primera versión -inicialmente pensada para un cortometraje- en el lejano 1952.

Sin embargo, ni siquiera el hecho de que Oliveira llegue este año al certamen con ¡ciento un años! ya cumplidos podrá evitar que todos los focos de la crítica y de la prensa especializada estén pendientes del ansiado regreso de Godard con su muy esperada Film Socialisme, de la que apenas se conoce poco más que el tráiler colgado en Internet, que la protagonizan (entre otros) la cantante Patti Smith y el filósofo Alain Badiou, y que, ¡atención!, se podrá descargar directamente de la red, durante los días 17 y 18 de mayo (se estrena en los cines franceses el día 19), por siete euros.

Por otro lado, el cine latinoamericano (casi completamente ausente de la sección oficial) ha conseguido situar dos títulos dentro de Una cierta mirada mientras que el cine de los directores españoles ha vuelto a quedarse (en contraste con lo que sucedía el año pasado) completamente fuera del certamen. Es ésta, sin duda, una cruda realidad sobre la que sería bueno reflexionar sin paños calientes, si bien no debe perderse de vista el hecho de que la industria española sí ha conseguido colocar algunos de sus productos -aunque realizados por prestigiosos cineastas de otros países- en la primera línea del Festival, puesto que tanto la película del mexicano Alejandro González Iñárritu (Biutiful, protagonizada por Javier Bardem, con participación de Fernando Bovaira/Mod Producciones) como la del tailandés Apichatpong Weerasethakul (Uncle Boonmee Who Can Recall his Past Lives, en la que interviene Luis Miñarro/Eddie Saeta) compiten por la Palma de Oro dentro de la sección oficial: un premio que tendrá que decidir un jurado presidido por Tim Burton, pero del que forma parte también el mismísimo Víctor Erice en compañía de personalidades como el actor Benicio del Toro o las actrices Kate Beckinsale y Giovanna Mezzogiorno.

Ninguneo a España
A su vez, la nueva entrega de Woody Allen (You Will Meet a Tall Dark Stranger, realizada con capital de Jaume Roures/ Media Pro., o sea, también española) comparece fuera de concurso, igual que lo hacen Stephen Frears (Tamara Drewe) y Oliver Stone con su secuela de Wall Street: Money Never Sleeps. En consecuencia, la única película íntegramente española y dirigida por un español habrá que buscarla en la Quincena de los Realizadores, donde ha conseguido hacerse un hueco el gallego Oliver Laxe, debutante con Todos vós sodes capitáns, de producción humilde, rodada en Marruecos. Y también en la Quincena podrá encontrarse otra coproducción española (de Luis Ángel Ramírez/Imval): La mirada invisible, dirigida por el argentino Diego Lerman. El resto, son incógnitas. Y es que las cosas, como decíamos al principio, se mueven para todo el mundo en esta nueva edición de Cannes, puesto que la selección oficial le ha pillado a muchos con el paso cambiado al recuperar, para el escaparate principal del certamen, a ciertos directores que algunos ya creían amortizados, caso del ruso Nikita Mikhalkov (con la segunda parte de Quemado por el sol) o del francés Bertrand Tavernier (La princesse de Montpensier, un relato histórico que adapta una novela de Madame La Fayette), mientras que otros tantos alimentan todavía alguna esperanza de que, finalmente, los programadores consigan proyectar, aunque sea sin anunciar y a última hora, la obra más esperada en todos los foros cinematográficos del mundo, es decir, la nueva realización del huraño cineasta de culto Terrence Malick: A Tree of Life.

A Tavernier, en cambio, no le acompañarán otros grandes históricos o ya consagrados del cine francés (ni rastro de Chabrol, Rivette, Techiné o Desplechin), sino dos realizadores que proceden del campo de la interpretación: Mathieu Amalric (Tournée) y Xavier Beauvois (Des hommes et des dieux), puesto que el largometraje y serie de televisión Carlos, filmado por Olivier Assayas, se proyectará fuera de concurso y dentro de unas "Sesiones especiales" que compartirá con Otar Ioseliani (Chantrapas), Patricio Guzmán (Nostalgia de la luz) o el mexicano Diego Luna (Abel).

La presencia asiática en la sección oficial tampoco aporta ningún nombre novedoso: el japonés Takeshi Kitano (de regreso al universo del thriller con Outrage), los coreanos Im Sang-soo (The Housemaid) y Lee Chang-dong (Poetry) y el chino Wang Xiaoshuai (Rizhao Chongqing) son ya cineastas veteranos de los que nadie, o casi nadie, espera ninguna sorpresa.

Sección de clásicos
Ese factor sorpresa este año bien pudiera estar alojado en una de las películas que despiertan más curiosidad: My Joy, la primera ficción narrativa dirigida por el importantísimo documentalista ucraniano Sergei Loznitsa. A su vez, las aportaciones del británico Mike Leigh (Another Year), del norteamericano Doug Liman (Fair Game, la única película de Estados Unidos a concurso, lo que conforma, a su vez, una ausencia notoria) y del iraní Abbas Kiarostami (otro cineasta que parece cambiar de rumbo con Copie conforme, interpretada por la estrella gala Juliette Binoche) también generan expectación dentro de un Festival que se abrirá el próximo día 12 con la proyección, fuera de concurso, de Robin Hood, dirigida por Ridley Scott.