Tres fantasías y una reflexión
La cartelera reúne tres películas que orbitan sobre los géneros de la mitología fantástica y del terror
21 octubre, 2010 02:00Escena de Déjame entrar, de Matt Reeves
El cine fantástico se adueña de la pantalla esta semana. En la cartelera se dan cita tres películas que orbitan sobre los géneros de la mitología fantástica y del terror. Las tres son norteamericanas, si bien no todas representan ese cine de industria sin carácter que acostumbra a aterrizar cada viernes en nuestras salas. El cine nacional nos trae Héroes, de Pau Freixas, una película de inspiración "goonie", premiada por el Público en el pasado Festival de Málaga, y que llega dispuesta a hacerse un hueco entre el público adolescente explorando un género poco desarrollado entre nuestros cineastas.Déjame entrar (Let Me In). No confundir con Let the Right One, que aquí también se estrenó hace unos meses como Déjame entrar. Aquella era sueca, la dirigía Thom Anderson, y era poco menos que una obra maestra. Esta la dirige Matt Reeves, y cuenta la misma historia (adaptación de la misma novela de John Ajvide Lindqvist), pero no alcanza la belleza de la versión sueca. En todo caso, merece la pena revisitar la magia de este inteligente y atípico relato de vampiros. Es un remake norteamericano más que digno, que en todo caso no decepcionará a los amantes del thriller fantástico.
Ga'Hoole. La leyenda de los guardianes. Una aventura fantástica de animación, basada en los libros de Kathryn Lasky y dirigida por Zack Snyder (Watchmen), que debuta con la tecnología en tres dimensiones. La rica imaginería del film se adentra en el universo de los búhos, esos seres nocturnos que nos vigilan de cerca, para relatar una fábula apta para toda la familia en torno a las raíces del Bien y del Mal. La historia es muy clásica, pero el acabado del film es de gran calidad y el look es poco menos que deslumbrante. Lo preferimos a Avatar.
Paranormal Activity II. El fenómeno que desató Paranormal Activity el año pasado se pareció mucho a la jugada de marketing de La bruja de Blair en los años noventa. Un film de terror que adoptaba el punto de vista de una cámara doméstica, realizada con un presupuesto absurdo (11.000 dólares, o eso dicen) y capaz de batir récords de espectadores. El film tenía su interés, pero finalmente no trascendía las convenciones del género. De esta segunda parte no podríamos hablar aunque quisiéramos. La distribuidora ha decidido no enseñar la película a la prensa antes de su estreno. Por lo visto, las descargas on-line hicieron mucho daño a la primera parte, que no en vano recaudó más de cien millones de dólares sólo en cines norteamericanos: la película más rentable de la historia del cine.
Pequeña reflexión: No sé qué se creerán estas majos -en este caso, Paramount Pictures-, que todavía sospechan que es la prensa la que cuelga sus películas (en copias perfectas) en la web. ¿Y la presunción de inocencia? ¿Dónde queda? Quizá deberían investigar en su propia casa. Verán como, de todo modos, con pases de prensa o sin ellos, la próxima semana ya se podrá encontrar un link de descarga en alguna web. Y es que al mar no se le pueden poner puertas. Ni tampoco a la prensa.