Pacino, Walken y Arkin, de vuelta de todo
Los tres veteranos actores coinciden en Tipos legales, en la que su presencia es lo más interesante
12 abril, 2013 02:00Fotograma de Tipos legales.
La gracia de Tipos legales termina prácticamente con su reparto y el hecho de ver a semejantes viejas glorias hacer todo tipo de bromas sobre su vejez. Resulta difícil no sentir cierta simpatía por una película en la que Al Pacino tiene problemas para tener una erección o se mete rayas en la barra de un bar o donde podemos asistir, sin más, a un duelo actoral entre tres figuras de este calibre difícilmente repetible. Es una película correcta y medianamente entretenida a la que sin embargo parece faltarle tener algo más sólido que contar sobre la vejez y, en último término, sobre la cercanía de la muerte.
Cuenta la historia de Val (Pacino), un veterano que ha pasado media vida en la cárcel cargando sobre sus espaldas en solitario un crimen que cometió junto a unos compinches a los que se negó a delatar alargando al máximo su agonía. Al salir de prisión, es ido a recoger por uno de esos compinches, pero sus intenciones son dudosas. De esta manera, Tipos legales es un canto genuino pero simplón a la épica de los perdedores. El trío protagonista está formado por delincuentes "buenos" que sufrían cuando tenían que utilizar la violencia y que robaban más por una cuestión de hormonas y restablecer el equilibrio social que por ser criminales. Estados Unidos es una sociedad excesivamente dura con quienes se saltan las normas y la película acierta al exponer en toda su crudeza las crueles consecuencias de esa política. Pacino es un hombre destruido por una vida que jamás le ha dado una sola oportunidad y lo mismo puede decirse de los otros dos.
Narrada con tono de comedia socarrona e irónica, en la película no faltan los inevitables chistes sobre la Viagra, un elogio de las artes amatorias de los mayores ni la evocación nostálgica de un pasado en el que los delincuentes (supuestamente) se comportaban como caballeros. Todo ello, en una sola noche catártica en la que el sacrificio se ofrece como única vía de redención. Tipos legales no es una mala película, tampoco buena, es sencillamente "simpática", un correcto producto de entretenimiento en el que la indiscutible brillantez y carisma de sus protagonistas logra suplir, aunque no del todo, una historia demasiado precaria y elemental con excesiva tendencia a caer en tópicos.