Image: El frenopático de Hollywood

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Cine

El frenopático de Hollywood

6 marzo, 2015 01:00

Mia Wasikowska en Maps to the Stars de David Cronenberg

Son muchos y legendarios los cineastas que han ofrecido feroces retratos de la industria de Hollywood: Wilder, Altman, Lynch... Con la satírica y caricaturesca Maps to the Stars, David Cronenberg se suma al linaje de artificieros que saldan sus cuentas con la meca del cine.

Asociamos de inmediato el nombre de David Cronenberg (Toronto, 1943) a un universo retorcido y extremo que indaga en los laberintos mentales, las atrofias del cuerpo y las zonas más oscuras del alma. Películas como Scanners (1981), La mosca (1986), El almuerzo desnudo (1991), Crash (1996) o Promesas del Este (2007) forjan la leyenda de un director portentoso a la hora de escudriñar en los misterios de la mente y a moverse en un terreno en el que la cordura y la locura son indistinguibles y forman una gran zona de sombra. Maps to the Stars, su nuevo filme, es una radiografía de la psicosis en el mundo del espectáculo de Los Angeles, una élite de la celebridad con casas de ensueño y vidas de lujo en el que campan las drogas, legales o no, y donde la enfermedad, como la vejez o la tristeza, son tratadas como virus extraños que solo cabe destripar.

Cronenberg nos presenta un Hollywood que navega en dinero y que es como un escenario gigante, una radiografía de la humillación en el mundo contemporáneo. Entre las rendijas de un ámbito fastuoso y colorido se cuela, de manera inevitable, el caos y el dolor, la sátira más inclemente. El Hollywood de Cronenberg recuerda a los ambientes burgueses de Louis Malle, un mundo de apariencias devorado por la hipocresía con la diferencia de que en California viven de cara a una galería formada por millones de personas que perpetúan la fantasía.

Película coral, Julianne Moore se supera a sí misma en la piel de una actriz en sus 50 con dificultades para encontrar papeles y obsesionada con una madre que también fue actriz y que tuvo más éxito que ella; John Cusack es un psiquiatra despiadado dispuesto a todo para mantener su estatus; Mia Wasikowska da vida a una joven perturbada y misteriosa, Robert Pattinson es un actor en busca de una oportunidad y el joven Evan Bierd interpreta a un actor de 13 años millonario, vulnerable y arrogante, quizá el mejor personaje del filme.

Primera película de Cronenberg rodada en Estados Unidos, dice el director: "Muchos críticos franceses la vieron en Cannes como producto de mi resentimiento contra Hollywood pero no tiene nada que ver. Siempre he querido rodar en Estados Unidos y fue maravilloso hacerlo en el mismo corazón de la oscuridad. En Promesas del Este se trataba de mostrar un Londres oculto, aquí es todo lo contrario. Enseñamos los lugares de Los Angeles más conocidos. En realidad, está más relacionado con la experiencia del guionista Bruce Wagner, gran desmitificador".

En el reino de la belleza física, en el Hollywood de Maps to the Stars, los personajes viven obsesionados con su aspecto en una lucha constante contra el tiempo que empieza en la adolescencia (una estrella juvenil dice de otra de 23 años que es "vieja"). Explica Cronenberg: "En una película sobre Wall Street o Silicon Valley encontrarías las mismas dinámicas que en Hollywood: codicia, desesperación, ambición, dinero... pero en el mundo del espectáculo es mucho más visible y el cuerpo adquiere una importancia fundamental. No solo es una cuestión de frivolidad, para los actores su cuerpo es su instrumento, cuando haces un casting entiendes por qué están obsesionados con ello".

Maps to the Stars va revelando fotograma a fotograma su profundidad. Cronenberg se propone atrapar la ciudad de Los Angeles desde un tono satírco que no renuncia a la cualidad etnográfica. Accedemos desde la condición mitológica a un frenopático poblado por fantasmas y monstruos, a un clima insano donde conviven comedia y drama, en el que gloria y miseria parecen ser los únicos extremos posibles.