Francesco Munzi: "Hay una gran relación entre la mafia, el terrorismo palestino y ETA"
Llega a las pantallas Calabria, película italiana sobre las costumbres ancestrales de la mafia calabresa.
26 marzo, 2015 01:00Francesco Munzi
La mafia regresa a las pantallas de la mano de Calabria, película italiana que plantea un cruce entre mirada etnográfica a las costumbres ancestrales de la 'Ndrangheta calabresa y una tragedia griega. Su director, Francesco Munzi (Roma, 1969) reflexiona en Madrid sobre una película en la que vemos las contradicciones de una mafia millonaria que sigue viviendo como sencillos campesinos o se integra en la burguesía del norte sin chirriar. El filme cuenta la historia de una familia de mafiosos en la que uno de los hermanos ha decidido enfrentarse a la criminalidad y seguir el camino honrado. Un precario equilibrio que se romperá cuando su joven hijo Leo decida seguir los pasos criminales de sus tíos desencadenando la tragedia.Pregunta.- Recuerda a El Funeral de Abel Ferrara en el sentido de que la trama es sencilla y se centra en el retrato del mundo mafioso y los personajes. ¿Fue una inspiración?
Respuesta.- He buscado evitar los aspectos más habituales del cine de género de gángsters y hacer un estudio de caracteres, tres hermanos que son muy distintos. Hay una guerra entre clanes y una guerra en la propia familia lo cual nos lleva la tragedia shakespeariana. El libro en el que está inspirado el filme fue comparado con la película de Ferrara y se ha creado una bonita triangulación.
P.-
Vemos a la mafia desprovista de glamour, son gente muy rústica. ¿Quería romper con ese estereotipo?
R.- El libro me marcaba un camino y he querido evitar conscientemente la violencia y esa mitificación que tantas vemos de ella, quería hablar de otras cosas como la pérdida, el dolor o la debilidad de los personajes que son cosas que también forman parten de ese mundo y no vemos.
P.- Rercuerda a Pietro Germi en su retrato de una sociedad pequeña y arcaica en las que los ritos adquieren una gran importancia.
R.- En 2015 sigue presente este cortocircuito entre el mundo posmoderno en el que viven y un negocio cada vez más globalizado confrontado con esas raíces tan claras y tan duras. La película empieza en Amsterdam y de allí vamos a Calabria porque todos vuelven. El mafioso siempre vuelve al pueblo y allí es donde da las verdaderas cuentas. Muchos se van a vivir a países extranjeros pero las grandes decisiones se siguen tomando en Calabria, ese lazo es muy fuerte estén donde estén.
P.- Es una tragedia griega en toda regla, ese padre tratando de salvar a su hijo y luchando contra un destino más fuerte que él.
R.- El mito de la tragedia parte de la idea de la familia como una jaula de la que no puede huir, es un hombre que toda la vida ha tratado de evitar terminar como su familia y está aterrorizado por ese destino. Al mismo tiempo es un personaje que trata de escapar de esa suerte y eso ya es un germen positivo.
P.- Conocemos a esa magia calabresa gracias a Roberto Saviano, ¿cómo se ha documentado?
R.- Ha sido un proceso muy largo. Es una mafia particularmente invisible, es una mafia burguesa que participa en las manifestaciones antimafia, no va de mafiosa. Quería crear esa atmósfera donde uno no es practicamente libre, todo es rito. Todo tiene una importancia enorme, hasta tomarse un café o no tomárselo. Está muy marcado por las comidas y cenas que no solo son comidas y cenas donde se estrechan alianzas. Es un mundo que pertenece al mundo criminal en el que se habla de guerra pero nunca se cita esa palabra. Cuando estaba preparando la película iba a Calabria y al volver y pisar la estación de Roma Termini me sentía como un hombre libre. En Calabria me sentía controlado en cada movimiento, es difícil de describir, es como una capa de miedo que te oprime. Todos son esclavos del miedo pero es un miedo misterioso, que sabes que estaba allí, tiene una dimensión metafísca pero no es solo un miedo psicológico, es real.
P.- Vemos también que no se les ofrece muchas opciones a los jóvenes, pueden escoger entre ser campesinos o mafiosos y el crimen es su única manera de prosperar en la vida. R.- Es un discurso difícil de hacer porque hay regiones en Los Alpes donde los jóvenes tampoco tienen muchas opciones y no se vuelven criminales. Está relacionado con la mitología profunda de la historia de Italia. En el personaje de Leo vemos cómo está fascinado por el mito del crimen. Su padre lo sabe y trata de abrirle los ojos respecto a la épica del crimen. P.- Vemos una resistencia muy arraigada a aceptar las reglas del Estado de derecho. La mafia como forma de resistencia y muy cercana a las costumbres árabes en una cultura mediterránea.
R.- Esto es un tema largo y complejo. Hay una gran relación entre la mafia y el terrorismo palestino o la banda ETA. Hay un mundo que está relacionado entre sí que no acepta las reglas del juego.
P.- En el filme vemos el valor del dinero, se compran joyas y van con cochazos pero viven en casas sencillas y van vestidos como campesinos.
R.- Sucede con mucha frecuencia que mafiosos millonarios tienen el dinero guardado y siguen cultivando la tierra como han hecho durante generaciones, cuando los ves es imposible distinguirlos de cualquier campesino. El dinero para ellos tiene un valor de poder y de estatus pero no saben muy bien qué hacer con él porque les gusta una vida sencilla. Es un tipo de mafia transversal sorprendente, en la película vemos varios tipos, desde el que sigue como un campesino, hasta el que se integra en la sociedad y es abogado o médico pero sigue actuando como mafioso en la penumbra o el que le gusta fanfarronear en las discotecas y exhibir su dinero. Es muy sorprendente porque no hay una regla. Al final todos estas diferencias cuando se sientan delante de una mesa en su país de origen y todos se juzgan por el mismo rasero.