Image: Cyril Dion: Se avecina una gran revolución en todos los sentidos

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Cine

Cyril Dion: "Se avecina una gran revolución en todos los sentidos"

29 abril, 2016 02:00

Melanie Laurent y Cyril Dion

El escritor, poeta y activista dirige, junto a la actriz Melanie Laurent, Mañana, un documental que nos plantea un panorama apocalíptico en el que el mundo va al desastre y nos ofrece las soluciones para cambiarlo.

Con más de un millón de espectadores y un César al mejor documental, la película Mañana es la sensación de la temporada en Francia. Dirigida por el escritor, poeta y activista Cyril Dion y la actriz Melanie Laurent, Mañana nos plantea un panorama apocalíptico en el que el mundo va al desastre por culpa de la superpoblación, el cambio climático y nuestros hábitos de consumo para darle la vuelta y viajar por el mundo buscando soluciones para los muchos males que nos acucian. De esta manera, los documentalistas exploradores nos enseñan innovadores sistemas de reciclado de basuras en San Francisco, huertos urbanos en Detroit o proyectos comunitarios ecologistas en Gran Bretaña. Un viaje por un mundo posible que sirve a sus impulsores para proponer un cambio en nuestra manera de consumir, producir y relacionarnos económicamente para evitar el desastre al que estamos abocados de mantenerse el modelo hipercapitalista.

Pregunta.- ¿La principal meta de Mañana es animar a la gente a que se implique?
Respuesta.- Totalmente. Estamos en un momento complicado y partimos de esa base para dar un mensaje positivo. Estamos muy mal, pero podemos estar bien. Lo más difícil es romper con el imaginario impuesto por los medios de comunicación. Se dice: "El cambio es imposible". Y mucha gente de buena fe lo cree. Nosotros queremos demostrar que no, que hay otra manera de hacer las cosas y hay quien las está haciendo. Queremos despertar la creatividad de la gente.

P.- Hay una idea básica y es que estamos obligados a implicarnos. ¿Hemos perdido la democracia?
R.- Hay una desconexión entre los ciudadanos y los políticos. La gente percibe que el verdadero poder está en los Estados o en las grandes corporaciones y que no pintan nada. La democracia es mucho más que votar cada cuatro años, y ahora mismo está en suspenso todo el sistema representativo. Hay otras fórmulas que podrían ser más eficaces y más justas como que los miembros del Parlamento se eligieran por sorteo. Lo esencial sin embargo es cambiar la mentalidad de la gente, que se entienda que para que haya una verdadera democracia tenemos que estar implicados y que somos responsables de lo que sucede a nuestro alrededor.

P.- La desigualdad social está en el centro del debate. ¿Avanzamos hacia una plutocracia?
R.- En el documental citamos un ensayo de la Universidad de Princeton que dice que un 80% de las decisiones del gobierno de Estados Unidos han sido beneficiosas para las grandes corporaciones y las clases altas. El gobierno de las oligarquías es un hecho en todo el mundo y esa desigualdad, cada vez más sangrante, solo hará que el proceso de cambio que viviremos se acelere.

P.- ¿Son ustedes unos nuevos utópicos?
R.- En el documental mostramos el caso del pueblo de la India donde los políticos se reúnen con sus electores en asambleas. Hay otras formas de hacer política. Lo que es seguro es que el cambio no vendrá propiciado por las actuales elites porque este es el sistema que a ellos les conviene. Toda transformación social verdadera viene del pueblo.

P.- Hacen mucho hincapié en la importancia del mercado local poniendo los ejemplos de los municipios británicos. ¿No es lo mismo que dicen Donald Trump o el Frente Nacional cuando proponen volver a cerrar las fronteras?
R.- En Francia se nos ha hecho muchas veces esta acusación pero obviamente no estamos diciendo lo mismo. Nosotros estamos a favor del comercio internacional, pero tiene que ser justo y no debe destruir las comunidades rurales y la agricultura de países enteros. Se trata de ayudar a los pequeños granjeros, que ya producen el 80% de lo que se consume en el planeta, a aumentar su producción lo cual es bueno para el empleo y los ecosistemas. La industria alimentaria de las grandes corporaciones es la más contaminante del mundo. Nadie habla de cerrar fronteras sino de la falta de sentido de que una parte del mundo fabrique los bienes que consumimos y la otra tenga el dinero y se ordene a países enteros lo que tienen que producir dejándoles sin bienes básicos. Nosotros además hablamos de comunidades, no de identidades nacionales.

P.- ¿Veremos un cambio de modelo o es una prédica en el desierto?
R.- Tal y como estamos no podemos seguir porque los problemas se acumulan: la crisis económica, el desastre medioambiental, la pobreza de grandes partes del planeta... Los poderes establecidos harán lo imposible por evitarlo pero se avecina una gran revolución en todos los sentidos, de eso trata mi próxima película.

@juansarda