Alicia a través del espejo y la moda de los clásicos 'high-tech'

Johnny Depp y Mia Masikowska en Alicia a través del espejo, dirigida por James Bobin para la factoría Disney

No deja de ser curiosa la forma en que el ultratecnológico y carísimo cine del Hollywood moderno recurre una y otra vez a los clásicos de la literatura para encontrar inspiración. Es como si hubiera descubierto que los espectaculares avances en efectos especiales y postproducción son especialmente útiles para  recrear en cine lo que imaginaron los grandes autores de una era en la que no existía el propio cine. De esta manera, hemos visto recientemente un Peter Pan de Joe Wright, en cines está triunfando a lo grande la nueva versión de El libro de la selva y este verano veremos un nuevo Tarzán. 

Mitos clásicos remozados por una potencia visual solo al alcance de la industria estadounidense como ya sucedió con la primera película sobre Alicia y su país de las maravillas dirigida con imaginación y brío por Tim Burton al servicio de la factoría Disney.  Burton ejerce como productor en la segunda parte, Alicia a través del espejo, adaptación de la secuela que escribió el propio Lewis Carrol, y detrás de la cámara se coloca James Bobin, el hombre que consiguió el milagro de que la película sobre  los Muppets de 2011 se convirtiera en un inmenso e inesperado éxito de crítica. Sin duda, el extraño y conocido  universo del libro (el gato, el sombrerero, el ritual del té) iba como un anillo al dedo al creador. 

Protagonizada por Mia Wasikowska en el papel de la aventurera joven, Alicia a través del espejo proporciona un gozoso espectáculo y Bobin logra que esos personajes vuelvan a la vida derrochando encanto y gracia. Si bien la parte visual nos deja deslumbrados a cada momento con imágenes tan espectaculares como la magnífica secuencia de los relojes con inspiración daliniana, el filme falla a la hora de construir a una Alicia que vaya más allá del tópico feminista que se ha instalado en el cine de masas. Alicia se enfrenta a los corsés de la época victoriana con sus deseos de ser capitana y una mujer libre para acabar venciendo. Ya nos lo sabemos de memoria. 

@juansarda