Pasado y presente de la lucha racial
James Baldwin (con gafas de sol) en I Am Not Your Negro
¿Es I Am Not Your Negro el primer documental capaz de mirar el hoy de Estados Unidos desde un pasado reciente? Raoul Peck lo intenta partiendo de unos manuscritos del escritor James Baldwin que refuerza con fragmentos de películas, canciones y fotografías.
En 1979, James Baldwin envió una carta a su agente literario en la que le describía el que iba a ser su siguiente proyecto, titulado Remember This House (Recuerda esa casa). Amigo personal de tres figuras clave en la lucha por los derechos civiles de los negros como fueron Medgar Evers, Malcolm X y Martin Luther King, los tres asesinados a sangre fría, Baldwin pretendía recorrer los paisajes en los que les conoció, visitar a sus familias, y dar cuenta y testimonio de sus vidas, su compromiso, sus luchas y sus asesinatos.
Cuando Baldwin murió, en 1987, casi diez años después, apenas había terminado treinta páginas de aquel manuscrito. Y son esas treinta páginas las que dan forma a la película: las palabras inacabadas de Baldwin forman el hilo conductor de un relato que reconstruye su compromiso ético, su militancia mediática, y la persecución de la que fue víctima; treinta páginas que son la base con la que Peck establece un dialogo a varias bandas a través de un cuidado trabajo de material de archivo, un found footage que en sus mejores momentos se escapa del uso más tradicional, el de imágenes que ilustran, para adentrarse en terrenos mucho más sugerentes.
Así, a través del archivo, Peck no solo reconstruye y revive las palabras de Baldwin, sus descripciones detalladas, de los días de los asesinatos, sino que va elaborando un retrato en presente y pasado de toda una cultura y todo un país construido y sostenido en la supremacía blanca, en el odio y el desprecio al negro: los extractos de películas, de anuncios, de programas de televisión, de canciones, fotografías, de declaraciones de figuras políticas o de gente anónima, amplían y crean la base sobre las que las palabras de Baldwin cobran toda su fuerza.