Jean-Paul Rouve y Kim Higelin en 'El consentimiento'

Jean-Paul Rouve y Kim Higelin en 'El consentimiento'

Cine

'El consentimiento', una relectura en clave feminista de la cara más perversa del discurso amoroso

Vanessa Filho presenta la estremecedora crónica de los abusos que la editora Vanessa Springora sufrió a manos del autor pedófilo Gabriel Matzneff.

19 abril, 2024 01:54

Concebida como la estremecedora crónica de los abusos que la escritora y editora francesa Vanessa Springora sufrió a manos del autor pedófilo Gabriel Matzneff, El consentimiento basa su empuje emocional y su alcance social en la adopción del punto de vista de su joven protagonista.

Springora tenía solo 14 años cuando inició su relación con Matzneff, quien ya en la cincuentena era venerado por obras como Les moins de seize ans (Los menores de dieciséis años), un ensayo de 1974 que celebraba las relaciones amorosas del autor con adolescentes de ambos sexos, al tiempo que denunciaba el orden moral de la sociedad occidental.

Por su parte, Vanessa Filho (1980), la directora francesa de El consentimiento, asume con un rigor admirable la perspectiva de la víctima de los abusos, una elección narrativa que podría verse como el elemental resultado de llevar a la pantalla el libro de memorias homónimo que Springora publicó en 2020.

Sin embargo, la idea de construir un filme desde el punto de vista de una preadolescente que es encandilada por un depredador sexual conlleva una serie de desafíos que Filho resuelve con valentía.

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El consentimiento aborda su espeluznante relato de iniciación haciendo gala de una determinación que bascula entre el tacto y la contundencia. Por un lado, Filho demuestra un encomiable sentido del pudor a la hora de mostrar la vertiente física de los abusos sufridos por Springora (a quien la actriz Kim Higelin encarna con un coraje asombroso).

Desestimando la posibilidad de explotar la cara más morbosa del relato, la cineasta –quien ya diseccionó relaciones disfuncionales en el discreto drama familiar Cara de ángel (2018)– se concentra en perfilar con gran detallismo la tela de araña que Matzneff construyó en torno a Springora, formada por una nefasta combinación de encanto manipulador, prestigio social y crueldad sibilina.

En este sentido, Filho no ahorra esfuerzos en su denuncia de la fuerza destructiva, altamente traumatizante, de las agresiones pedófilas, lo que sitúa El consentimiento en un territorio equidistante al drama intimista y al terror psicológico.

En su reclamo de una relectura en clave feminista de la cara más perversa del discurso amoroso, Filho elabora su película bajo el influjo estético de la obra de directores que han sido cuestionados por su cosificación de los universos femeninos.

Así, El consentimiento invoca la claustrofobia de los dramas románticos de Bernardo Bertolucci, mientras que la caída de la protagonista en el pozo de la alienación trae a la memoria el estudio de la locura planteado por Roman Polanski. De hecho, en sus pasajes más grotescos, el filme de Filho se adentra en el imaginario de la protagonista para extraer estampas que engendran una fuerte repulsión.

Una caída puntual en el exceso que no llega a anular los logros de El consentimiento, una obra cargada de urgencia que invita a tomar consciencia respecto a la indefensión de las víctimas de la violencia de género y la inmunidad con la que suelen operar sus acosadores.

El consentimiento

Dirección: Vanessa Filho.

Guion: Vanessa Filho, Vanessa Springora, François Pirot.

Intérpretes: Kim Higelin, Jean-Paul Rouve, Laetitia Casta, Sara Giraudeau, Lucie Debay.

Año: 2023.

Estreno: 19 de abril