Un fotograma del documental 'Cuatro horas en el Capitolio' (2021), dirigido por Jamie Roberts.

Un fotograma del documental 'Cuatro horas en el Capitolio' (2021), dirigido por Jamie Roberts.

Cine

La política estadounidense en el cine y las series: mucha sátira para un país en pie de guerra

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Hace unos días se estrenó The Apprentice, una sátira en la que el director Ali Abbasi afronta el auge de Donald Trump como magnate inmobiliario en los 70. Sin embargo, para atender a su vida política en la ficción audiovisual tendremos que esperar, pero seguro que llegará. Y es que los líderes republicanos mantienen un largo affaire con la gran pantalla: ahí están los biopics de Nixon y George W. Bush dirigidos por Oliver Stone o el de Reagan que acaba de llegar a las salas, con Dennis Quaid como protagonista.

No obstante, muchos han visto en la absurda distopía Idiocracia (Mike Judge, 2006) el mejor reflejo de la América que propone el trumpismo. Un filme tan lunático como los protagonistas del imprescindible documental de HBO Cuatro horas en el Capitolio (Jaime Roberts, 2021).

Que Kamala Harris sea la candidata demócrata nos retrotrae a Election (Alexander Payne, 1999), un filme que a pesar de sus 25 años sigue funcionando como retrato del pánico que producen las mujeres ambiciosas a una élite de hombres poderosos.

En cualquier caso, quizá el filme que mejor dibuja la demencia del EE. UU. actual sea No mires arriba (Adam Mckay, 2021), una comedia apocalíptica –meteorito mediante– en la que, con mala baba, se revela el sometimiento de la sociedad a los memes, los clics y las guerras culturales. Algo que también se rastrea en series como The Morning Show, Scandal o The Good Fight.

Pero todo puede ir siempre a peor, como muestra la magnética Civil War (Alex Garland), una película cruda y con afán realista que plantea una guerra intestina en el país de las hamburguesas para pasado mañana.