Gabriel Erkoreka. Foto: José Usoz

Cuando en 2003 David Alan Miller, empresario y director musical de la Sinfónica de Albany, fundó New Paths in Music, la idea era dar a conocer en Estados Unidos la música contemporánea que se gesta en todos los rincones del planeta. Seis años después, Miller está en condiciones de constatar la buena acogida que tiene este tipo de repertorios entre el público neoyorquino.

La edición del New Paths de este año, que se celebra hoy en el Elebash Recital Hall de Nueva York, está centrada en la música hispanoamericana, y con esta intención se ha convocado a una interesante nómina de jóvenes compositores integrada por los mexicanos Gabriel Ortiz y Enrico Chapela, el argentino Esteban Benzecry, el chileno óscar Carmona y los españoles Gabriel Erkoreka y David del Puerto, que acudirá con Céfiro, concierto para guitarra que presentó en el pasado Festival de Ensems. Entre las obras que interpretará la New Paths Chamber Orchestra, habrá tres estrenos mundiales. Uno de ellos es Trance, obra para orquesta de cámara con la que Gabriel Erkoreka, que ya acudió al festival en 2007, se ha propuesto evocar, en palabras del compositor "los pasadizos subterráneos de la mente y la memoria", un viaje abisal en el que se identifican algunos aromas de la música popular vasca. Trance remite además a la obra del pintor y dramaturgo August Stridberg y a las imágenes de Trance Film, de Maya Deren. Con el espacio y el tiempo como herramientas, su obra juega con los límites de la percepción aplicados a velocidades extremas en la interpretación."Mi trabajo -explica Erkoreka- hacer referencia al tiempo. Pero a un tiempo que es elástico y deformable, un estado irreal de la mente susceptible también de ser retratado mediante sonidos".