Mike Ness, líder de Social Distortion, durante el concierto de La Riviera.

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Social distortion, banda que ha adquirido un estatus de clásico en vida tras estar en activo desde 1978, descargó este jueves su repertorio de rock´n roll punk en la sala La Riviera de Madrid. Liderados por su carismático frontman Mike Ness, los de California demostraron que su carrera se ha ido labrando a fuego lento. No tiene ningún tema que pueda cambiar la vida a nadie, pero su estilo, compacto y sencillo, ha ido captando adeptos que reconocen la importancia de su nombre en el contexto en el que canciones como Another state of mind y Mommy's little monster vieron la luz.

La voz en tonos graves de Ness no encontró un buen aliado en el sonido de la sala, pero se vio arropado por el multitudinario coro de su parroquia de incondicionales que respondió con pasión a los himnos emblemáticos, aunque permanecía a la espera cuando el grupo enseñaba alguna muestra de su obra más reciente. Pese haber relajado su lado punk tocando el repertorio a un ritmo más pausado, Social Distortion siguen mostrando una contundencia basada en la sencillez, que por otra parte no benefició al conjunto, ya que puso de relieve el carácter algo plano de un set list que camina por el filo de la monotonía.

De entre todos los miembros originales, la formación actual del grupo sólo mantiene a su cantante, Mike Ness. Consciente de su papel de líder, el solista se permite actuar como indiscutible maestro de ceremonias y su figura, entre un Springsteen barrio bajero y un punkrocker de aires líricos, va caminando hacia el crepúsculo, aunque se amolda intacta al papel de superviviente y sin despeinarse. Finalmente, logró ofrecer un espectáculo más que digno. La banda se despedirá de los escenarios españoles, por esta gira, esta noche en Barakaldo.