Image: Festival de Música de Canarias

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Escenarios

Festival de Música de Canarias

Cita imprescindible de la temporada sinfónica

24 julio, 2009 02:00

La Staatskapelle de Dresde, que inaugurará el festival el próximo enero


El Festival de Música de Canarias ha sido desde que se concibiera en 1984 una piedra angular en la difusión musical de las Islas, donde se ha desarrollado en los últimos años un sinfonismo al nivel de las mejores orquestas que han venido defendiendo dos conjuntos autóctonos (la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria y la Sinfónica de Tenerife) que se reparten las citas del Festival entre el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria y el Auditorio de Santa Cruz de Tenerife. Sedes que, por su fisonomía y dinamismo, nada tienen que envidiar a los más sofisticados templos europeos.

La 26ª edición del Festival calienta sus motores con un anticipo de programación en el que se barajan los nombres de Zubin Mehta, Gustavo Dudamel, Vladimir Jurowski, Mijhail Pletnev o Pedro Halffter. Quedan algo más de cinco meses para que dé comienzo, pero el programa ya está confeccionado. Es algo que se viene practicando desde los tiempos de Rafael Nebot, cuando las localidades se agotaban con varios meses de antelación.

Serán, en esta ocasión, la pentacentenaria Staakskapelle de Dresde y en el barítono alemán Thomas Quasthof, a cargo de Zubin Mehta, los encargados de descorchar la botella el próximo 8 de enero en el Auditorio Alfredo Kraus. Lo harán con tres piezas de largo alcance: las Seis piezas para orquesta de Weber, los Kindertotenlieder de Mahler y el Also sprach Zarathustra de R. Strauss.

Candelaria Rodríguez-Afonso, quien hace sólo unas semanas ha sustituido a Juan Mendoza en la dirección del certam- en, se muestra "entusiasmada y optimista" con la responsabilidad cultural que conlleva su cargo. Y eso que tendrá que hacer frente a los retos logísticos derivados de una programación que se anuncia reducida "sin que -en palabras de Milagros Luis Brito, consejera de Cultura del Gobierno de Canarias- se haya visto afectada la calidad". En este punto, podría resultar paradójico que el Festival haya visto incrementada la aportación del Gobierno de 3’4 millones de euros en 2009 a 3’6. La explicación la dan la crisis y sus efectos deficitarios. Un total de 1’1 millones que la nueva gestora pretende liquidar a la mayor brevedad. Con tal panorama, los conciertos por capital se reducen a diez -12 menos que en la pasada edición- pero, en efecto, no faltarán a su cita anual los mejores fichajes de la liga sinfónica. Quiere decirse así que los verdaderos números no estarán tanto en las chequeras como en los 630 músicos -procedentes de orquestas tan señeras como la Nacional Rusa que despedirá el 7 de febrero al público isleño, la London Philarmonic, la Goteborg Symphony, además de las anfitrionas que lideran Pedro Halffter y Lö Jia-, ocho solistas de altura -como la violinista Carolin Widman y los pianistas Iván Martín, Leif Ove Andsnes y Mitsuko Uchida- y una veintena de compositores. De Beethoven, Messiaen, Shostakovich, Rachmaninov, Sibelius, o Albéniz a grandes talentos de hoy (Laura Vega, Mark-Anthony Turnage y Esteban Benzevry) a los que el Festival ha encargado tres obras. "Llego en un momento -cuenta a El Cultural Rodríguez-Afonso- en que las Islas ya están consolidadas musicalmente. Tenemos la Sociedad Filarmónica más antigua de España, un Festival de ópera pujante, otro de zarzuela... He trabajado muchos años de gestora cultural en Europa y puedo asegurar que el Festival de Música de Canarias es todo un referente".