El tenor Placido Domingo, que actuará este martes en un concierto benéfico en Palma. Foto: EFE

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El tenor Plácido Domingo, con una sólida trayectoria reconocida en todo el mundo, declara que hay un género musical que se le resiste, el fado, que aunque le gustaría, todavía no ha abordado porque lo considera "muy difícil" y le tiene "respeto".

En una entrevista con motivo de su primera actuación en Mallorca, en un concierto benéfico organizado para mañana por la Fundación Iberostar, el tenor asegura que este género de origen portugués es su asignatura pendiente.

"Me encantan los fados, pero les tengo mucho respeto y hasta ahora no me he atrevido", declara. Es su principal asignatura pendiente, además de ampliar el repertorio en otros ámbitos musicales.

El tenor madrileño confiesa que le llena de "ilusión" llevar la cuenta precisa de las representaciones que ha protagonizado desde el comienzo de su trayectoria. Las contabiliza por cientos, de manera que en la actualidad se encuentra "entre las 3.400 y las 3.500". "Los personajes que he realizado están llegando ya a 130", agrega.

Domingo mantiene el grado de exigencia al subir a un escenario y, en el caso de Palma, tiene en cuenta que es su primera actuación para el público balear. "Yo siempre digo que cuando vienes por primera vez a un sitio, el público tiene el derecho de descubrirte, porque aunque te haya visto en algún sitio cantando, en un vídeo, un disco o en televisión, no es lo mismo que cuando ves a un artista en vivo por primera vez", dice al respecto.

A sus 68 años, Plácido Domingo tiene una apretada agenda de trabajo y viajes, con compromisos al menos hasta el otoño de 2010. "Tienes que tener en mente también que llegará un día en que ya tengas que dejar de cantar pero, mientras esto no llega, vas haciendo planes y esperas que cuando llegue el proyecto que estás firmado, todavía estés cantando", asegura.

También el bell canto se ha visto afectado por la crisis económica global, según advierte el tenor, quien admite que en su gestión de dos teatros estadounidenses ha tenido que "hacer algunos ajustes", aunque señala que, al margen de vicisitudes, "la ópera es inmortal". "Vivirá mientras los seres humanos no cambiemos y tengamos una sensibilidad", añade.

A pesar de la crisis, Domingo aprecia "una gran diversidad de programas, muchísimos cantantes nuevos y unas voces extraordinarias". Aunque también canta copla, tango y zarzuela, Domingo tiene clara su preferencia por la lírica. "Los personajes en el mundo de la ópera me fascinan, son mi vida", asegura. Y lo explica subrayando que "interpretar a personajes del siglo VI, el XVIII o el XV es vivir diferentes vidas".

"Esa es mi especialidad, cantar las óperas completas, pero en este tipo de conciertos hay que gustar a todo el mundo y es necesario buscar la variedad del repertorio", dice.

Acerca del programa del concierto que ofrecerá este martes en Palma, acompañado de la cantante puertorriqueña Ana María Martínez y con la dirección del maestro Eugene Kohn, explica que cuando se trata de actuar ante un público tan numeroso, "siempre se trata de dar gusto a la mayoría de la gente".

El concierto comenzará con ópera, incluirá también piezas de zarzuela española y, como detalle especial hacia el cuantioso público alemán que es previsible que asista, abarcará la "opereta vienesa" y también "algún tipo de canción latinoamericana".

El tenor manifiesta su esperanza en que el carácter solidario del concierto permita a la Fundación Iberostar lograr "un gran resultado" con el proyecto "Solidaridad en movimiento", que financiará medios de transporte en beneficio de asociaciones sin ánimo de lucro de Baleares para desarrollar su labor.

"Cuando hay un concierto benéfico, siempre tengo interés y espero que la gente reaccione por el hecho de que sea benéfico. Y yo mismo siempre coopero también para que sea un éxito", señala el cantante.