Escenarios

Kasarova vuelve con Rossini al Real

30 octubre, 2009 01:00

La mezzo búlgara Vasseline Kasarova ha hecho de la metamorfosis su condición sobre el escenario. Un recurso que le permite plantarse en el Teatro Real ataviada con chaqueta y bombachos para dar vida al masculino Sesto de La clemenza di Tito de Mozart y, dos temporadas después y ante el mismo público, enfundarse los cueros y la licra fina de una femme fatale como la Isabella de L’italiana in Algeri de Rossini. Entre tanto, ha interpretado a la Charlotte de Werther, a una Carmen conceptualista en Zúrich y ya tiene en el punto de mira a la Dalila de Saint-Saëns, en una nueva producción de Berlín y Ginebra, y su primera Venus en el Tannhäuser de Wagner en la ópera de Zúrich. Claro que para Kasarova, Rossini va más allá del prontuario vocal de una mezzo que sueña con encarnar algún día a la Eboli verdiana. A Rossini le procura una mezcla de admiración y culto desde que en 1992 sustituyera a Marilyn Horne en la Tancredi del Festival de Salzburgo. "Aquello fue una auténtica locura. Tuve que prepararme el papel en menos de dos semanas. Afortunadamente, todo salió bien y pude aprovechar la coyuntura".

Para esta nueva producción del dramma giocoso, que estará en cartel desde el domingo y hasta el 18 de noviembre, se ha contado con una ingeniosa adaptación de Joan Font, de Comediants, que vuelve al coso madrileño después de su debut en el Faust-bal de Leonardo Balada para invocar, esta vez, el teatro clásico de Aristófanes y la hilaridad de Molière. Se promete una lectura actual, en tiempos de Rossini, por la que desfilarán toda suerte de personajes: un disparatado bey turco, piratas, esclavos, eunucos y odaliscas a los que dan vida Michele Pertusi, Nicola Ulivieri, Maxim Mironov, David Alegret, Carlos Chausson, Borja Quiza, Lavinia Rodríguez y Eugenia Enguita, entre otros. Un ejército de voces que gira en torno a una bella forastera, a la que también interpreta una de nuestras mezzos mejor proyectadas, la valenciana Silvia Tro Santafé. "La Isabella de Rossini es uno de mis personajes favoritos -continúa la búlgara-. Hablamos de una mujer fuerte, emancipada, moderna, una especie de Lara Croft de la ópera". Atributos sin duda necesarios para acudir al rescate de su amado Lindoro en las costas norteafricanas y, ya de paso, escandalizar a los lugareños con un combinado político-sexual que administrarán desde el foso Jesús López Cobos y la Orquesta Sinfónica de Madrid.