La ABAO después de Kraus
Un momento del Faust en la producción del Capitol de Toulouse. Foto: THÉATRE DU CAPITOLE DE TOLOUSE
Este joven cantante polaco, que ha hecho suya, en la línea de un Wunderlich, la parte de Tamino de La flauta mágica de Mozart, se ha empezado a instalar, con cierto cuidado de momento, en un repertorio de mayor enjundia dramática, que esperamos no perjudique la mag- nífica pasta lírica de su voz, manejada con acabada técnica y un sentido musical no demasiado frecuente. Parece un muy adecuado Fausto, personaje que precisa de dulzura y suavidad en las cantilenas y de impulso adecuado en los pasajes más intensos de los últimos actos.
La música de Gounod, de un romanticismo elevado al cubo, envuelta en un caudal melódico imparable, precisa también, al menos, otros dos intérpretes de talla. Margarita será en este caso Eva Mei, de instrumento muy lírico, quizá sin la plenitud pedida para la parte. Mefistófeles, el bajo francés Laurent Naouri, muy correcto cantante, puede que sin la amplitud ideal. En el foso, con la Orquesta Sinfónica de Bilbao, estará el israelí Rani Calderón, uno de los más activos jóvenes directores de hoy. Como Mei y Naouri, hace su presentación en la plaza. Esperamos que pueda conceder la necesaria frescura a una partitura muy apreciada, pero en la que hay zonas abiertamente banales, como la tan conocida aria de Valentin (aquí Rodion Pogossov), tan artificialmente pomposa. Pero no pueden desconocerse la elegante instrumentación general y el encanto de páginas como la hermosa cavatina de Fausto o el aria de las joyas de Margarita. Ni tampoco el (educado) salvajismo de la canción de Mefistófeles.