Obra de ensayo
Llega Ibsen tras el cristal a la Espada de Madera
11 marzo, 2011 01:00José Luis Patiño y Xenia Sevillano, en la obra
Ibsen es autor de referencia para Ignacio García May (Madrid, 1964), quien desde muy joven se leyó todas sus piezas teatrales, convirtiéndose con el tiempo en un gran especialista del noruego. Ello le ha llevado a tirar por tierra muchos de los tópicos que circulan sobre él y que suelen mostrarse cada vez que se le representa, como hablar de él como autor naturalista, o como un abanderado del feminismo o escenificarlo de forma oscura y sombría. Ahora Ignacio García May ha puesto todas estas ideas en escena, en un atípico espectáculo que ha escrito y dirigido con el título Ibsen tras el cristal; se representa cada lunes en la sala Espada de Madera de Madrid.El espectáculo tiene mucho de didáctico, pero la intención de García May es doble: por un lado, como ya se ha dicho, liberar a Ibsen de los tópicos, para presentárnoslo como un romántico, salvaje y peligroso escritor; pero también, como excusa para hablar de sí mismo, de la literatura y de las meditaciones que Ibsen le proporciona. Inspirándose en el género del ensayo ("escrito en el cual un autor desarrolla sus ideas sin necesidad de mostrar el aparato erudito", reza la RAE), pero también en las películas de arte y ensayo (Fraude, de Welles, o Sans Soleil, de Marker), el autor ha escrito un "ensayo dramatizado". "Además, la palabra ‘ensayo' tiene un significado en el vocabulario teatral: es el proceso de acercamiento al material a través de un tanteo que nada garantiza", explica.
Se trata de una obra diseñada para espacios no convencionales, que no precisa iluminación teatral (¡es un ensayo!). Dos actores (José Luis Patiño y Xenia Sevillano) y una pianista (Isabel Arévalo) aparecen en escena, en la que apenas dos sillas y una mesa sirven para evocar el café en el que Ibsen solía sentarse a trabajar en Cristiana, al final de sus días. No se trata de imitar al escritor: Patiño hace de Ibsen, pero también de muchos de sus personajes masculinos. Ella, Xenia Sevillano, hace de sus personajes femeninos, pero también actúa como una espectadora que ayuda a cuestionar y entender la obra del dramaturgo.
La obra está estructurada en varias escenas (Ibsenjaula, Ibsenhombresymujeres, Ibsenrostro...) que García May ha compuesto a partir de fragmentos de los textos teatrales de Ibsen, pero también de sus poemas, cartas y retazos de conversaciones privadas, y a los que añade sus propias reflexiones . En definitiva, una obra que rezuma pasión por un autor clave, al tiempo que alumbra aspectos desconocidos.