Image: El Teatro Real viaja a Moscú con Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny

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Escenarios

El Teatro Real viaja a Moscú con Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny

La orquesta y el coro titulares del coliseo madrileño representarán la ópera de Weill en el Teatro Bolshoi

31 agosto, 2011 02:00

Un momento del montaje de La Fura de Mahagonny

El Teatro Bolshoi de Moscú presentará los días 6, 8 y 10 de septiembre la ópera Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny, con música de Kurt Weill (1900-1950) y libreto de Bertolt Brecht, en la producción del Teatro Real concebida por La Fura dels Baus que se estrenó en España a finales del año pasado. En este montaje el grupo catalán prescinde de su habitual parafernalia mecánica, electrónica y audiovisual, optando por un montaje simple y directo, en consonancia con el espíritu de la ópera: una implacable sátira a la sociedad capitalista en tiempos de crisis (la ópera se estrenó en 1930, después del crack de 1929).

La soprano Elzbieta Szmytka y el tenor alemán Michael König encabezan el reparto, secundados por Willard White, Jane Henschel, Donald Kaasch, John Easterlin, Otto Katzameier y Steven Humes. Teodor Currentzis estará al frente de la Orquesta Titular del Teatro Real (Orquesta Sinfónica de Madrid) y del Coro Titular del Teatro Real (Coro Intermezzo) para dar vida a la heterogénea partitura de Kurt Weill, en la que el compositor alemán encontró su propio concepto del teatro musical al combinar por igual el neoclasicismo, el expresionismo, materiales tomados del jazz o canciones de cabaret junto a elementos procedentes de la ópera tradicional.

El libreto fue realizado por el propio Brecht donde, partiendo de su concepción del teatro épico, aporta un hilo argumental dividido en múltiples escenas en las que pretende despertar la conciencia del espectador con una dura crítica a la sociedad capitalista. El personaje central de la ópera es una "ciudad-trampa" supuestamente situada en una zona desértica de Estados Unidos llamada Mahagonny, dedicada a hacer dinero a cambio de placer.

Cuando crearon esta ópera, una desoladora, cruel e hiperbólica denuncia de la vacuidad de los valores y de la agónica sociedad capitalista, Brecht y Weill vivían el turbulento período de entreguerras y el nacimiento de los totalitarismos modernos. Hoy, 80 años después, el mundo está lleno de Mahagonnys grandes y pequeñas y de enormes vertederos de basura como los que se verán en el escenario del Bolshoi.