Image: Mutter relanza a la OCNE

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Mutter relanza a la OCNE

La violinista alemana arranca la temporada de la Orquesta Nacional. Harth-Bedoya conducirá un concierto en el que se estrenará Bach in Himmel, de Bernat Vivancos.

26 septiembre, 2014 02:00

En Anne-Sophie Mutter todo parece fácil. Toca como el que respira, con un control musclar extraordinario y con una elegancia rara. Foto: Harold Hoffmann

Se inicia la temporada de la Orquesta Nacional de España con el plato fuerte que supone la actuación de la violinista alemana Anne-Sophie Mutter, que traerá uno de sus dos maravillosos instrumentos los días 26 y 27 de septiembre en el Auditorio Nacional. Usualmente, ahí es nada, maneja los stradivarius llamados Emiliani, de 1703, y Lord Dünn-Raven, de 1710. Esa es la base, naturalmente, pero luego, sobre ella, hay que edificar un sonido, una articulación, un movimiento de arco, un fraseo y una acentuación, que dependen también de la técnica, del estilo y de la expresión.

En Mutter todo ello parece fácil. Toca como el que respira, con un control muscular extraordinario, con una elegancia rara. Su arco se desliza por las cuatro cuerdas con una suavidad sorprendente mientras el gesto, serio y concentrado, da muestras de íntima relajación. Compone una figura de mucho atractivo visual, no ya por la esplendorosa belleza del rostro, la estilización del cuerpo o la serenidad de la expresión, sino por ese halo singular, esa luz misteriosa que la rodea. Todo mana en ella, todo fluye dentro de una línea interpretativa muy contenida revestida de una elegante carnalidad, de una sensualidad primigenia, de un equilibrio y armonía casi perfectos, que se aprecian en cualquier esquina del repertorio, que va de Bach a Gubaidulina; y que incluye, por supuesto, al menos dos de los tres Conciertos de Bruch. Es en el primero, de 1868, en el que vamos a tener ocasión de escucharla en esta apertura de curso. Pocos como Mutter pueden situar en su sitio justo ese romántico y algo acaramelado tiempo lento de la obra, en el que otros derraman azúcar. Previamente se podrá asistir al estreno mundial de una obra de encargo, la titulada Bach im Himmel, del catalán Bernat Vivancos (1973), un músico de notable solidez. Formación no le falta a este antiguo alumno de Montserrat, cuya Escolanía dirige actualmente. Ha sido y es organista de talla, lo que lo pone en la estela de las creaciones bachianas para el instrumento y le otorga el conocimiento del estilo y del manejo del contrapunto. Para él es fundamental lo que podemos denominar la idea musical, la entraña conceptual y cordial que se aloja en toda composición.

La sesión se completa con una partitura de amplísima difusión, la Sinfonía n° 9, del Nuevo Mundo, de Dvorák, una de las más tarareadas del repertorio, que, como sabemos, emplea motivos procedentes de Norteamérica, entrelazados de manera inconsútil con otros provenientes de la tierra bohemia del autor. Obra de un melodismo extraordinario, de un colorido variado y cegador, que por momentos se ensimisma en parajes de un lirismo de la mejor ley. Para ejecutarla con solvencia y para sostener el resto del concierto se cuenta con el director peruano Miguel Harth-Bedoya, un buen amigo de la ONE. Su estilo directo, su gesto claro y su criterio musical, a veces un punto epidérmico, son buenas bases.