Pedro Casablanc: "El libro como objeto tiene algo mágico y sensual que la pantalla escatima"
El actor, que lee en tres idiomas y triunfa en cualquier escenario, encarna en el Teatro de la Abadía, junto a Maru Valdivielso, la rabia y la "denuncia poética" de Berkoff con 'Decadencia'.
29 enero, 2023 02:38¿Qué libro tiene entre manos?
Ahora estoy leyendo en inglés Stoner, de John Williams (no confundir con el compositor), y la biografía de Valle-Inclán escrita por Gómez de la Serna. Descanso leyendo en francés a Simenon. Perdón por la pedantería, pero la pregunta se presta a ello.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
Me cuesta mucho abandonarlos. Me reto a tenerlos que acabar, pero con algunos me resulta imposible. Fundamentalmente, el aburrimiento.
¿Con qué personaje cultural le gustaría tomar un café?
Con Antonio Machado, en el café de las Salesas. Hablaría con él de la Sevilla de su época, de su experiencia como profesor de francés en Soria...
¿Recuerda el primer libro que leyó?
Creo que fue Los tres mosqueteros, de Dumas, en una edición muy bellamente encuadernada. Me produjo la sensación de estar viviendo, con absoluta lucidez, en un mundo que no era el mío, y de querer pertenecer a él.
¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?
Nunca leo en tableta. Creo que lo que se lee sobre papel queda fijado en el pensamiento de una manera diferente a lo que se lee en digital. El libro como objeto tiene algo mágico y sensual que la pantalla escatima. Leo a todas horas.
¿Qué acontecimiento cultural le hizo cambiar su manera de ver el mundo?
¡Qué pregunta más difícil! Viví la llegada del Guernica a Madrid, también la Expo de Sevilla, pero no considero que cambiaran mi forma de ver el mundo. Es posible que la enriquecieran.
¿De qué forma habla Steven Berkoff en Decadencia?
A gritos. Gritos contra la injusticia en una sociedad corrupta y decadente.
¿En qué aspectos la obra es un espejo de la sociedad occidental?
En todos. Si bien es verdad que sus referentes son muy ingleses.
¿Qué medio le marca el camino como actor? ¿El cine, el teatro, las series?
Debo mi formación absolutamente al teatro. Llevo sobre las tablas desde que tenía quince años. Aunque, paradójicamente, mi vocación se forja yendo mucho al cine.
¿Qué tipo de música escucha habitualmente?
Escucho de todo. Bueno, de todo no. No soy un gran entendido… Estos días escucho mucho a Sabina, aunque haya dejado de ser de izquierdas. Me ha emocionado el documental de Fernando León.
¿Hacia dónde va el cine? ¿Le preocupa la crisis de las salas?
Me preocupa el futuro de las salas, cómo no. No querría por nada del mundo que desaparecieran. Aunque si eso ocurriera en España, siempre nos quedará París, donde ir al cine es una experiencia casi mística.
¿Le importa la crítica, le sirve para algo?
¿Crítica, qué crítica? Mentiría si dijera que no me importa. Todos, y en esta profesión más, queremos saber qué se opina sobre nuestro trabajo.
¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Me emociona poco todo aquello que huela a manejo lucrativo.
¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado?
Ai Weiwei. Artista plástico y activista. No defiendo aquí que sea un modelo de honestidad pero me interesa la monumentalidad de algunas de sus obras que juegan a ser gritos de rebeldía.
¿Le gusta España? Denos sus razones
Me gusta mucho España más allá de sus tópicos, que también me gustan. Me gusta menos el carácter de algunos españoles, o por ser más justo, algunos rasgos del carácter español. Detesto la chulería y el machismo.
¿Qué medida urgente tomaría para superar la crisis del sector cultural?
No soy optimista respecto a este tema. Decía Danton, que perdió la cabeza, que la primera necesidad del pueblo después del pan es la educación.