Voigt y Eaglen en la Walkiria del Met. Foto: Dan Rest

Publicado el 25 de marzo de 2004

óperas con nombre de mujer
Algunos de los montajes más sugerentes de la temporada se concentran a lo largo de la próxima semana. Este sábado se presenta en la Deutsche Oper de Berlín una nueva producción de la algo olvidada obra de Puccini La fanciulla del West. Viene firmada por la regista búlgara Vera Nemirova pero su atractivo recae en especial en el apartado musical. Christian Thielemann, nombrado también director de la Filarmónica de Munich, estará al frente de un sólido reparto encabezado por la soprano Paoletta Marrocu, alumna de Renatta Scotto, que se pondrá en la piel de la intrépida protagonista Minnie. La cantante italiana, que se presentará en el Teatro Real el próximo noviembre para participar en una nueva producción de Macbeth, estará secundada por el barítono Lado Ataneli -que debutó en el Ballo in maschera del Liceo en el 2000- y el tenor bonaerense Darío Volonté, que se dio a conocer por estos lares en el Don Carlo madrileño.

El Metropolitan propone también para el sábado una Walkiria con uno de esos repartos de estrellas que suele lucir el teatro neoyorkino. El ya algo apolillado montaje concebido por Gönter Schneider hace tres lustros contará con la experta batuta de James Levine y las contundentes, por voz y presencia escénica, Jane Eaglen y Deborah Voigt como Brunhilda y Sieglinde. El nivel no baja en el apartado masculino: Plácido Domingo será Sigmund y el potente Wotan del bajo James Morris.

Por su parte, la ópera de París estrena el miércoles una Traviata que, sin ser nueva producción, tiene el interés de contar con Jesús López Cobos en el foso. Los papeles protagonistas se los reparten Inva Mula, Violetta, y Roberto Frontali y Rolando Villazón, como Germont padre e hijo.


Viktoria Mullova baila con Vivaldi
La violinista Viktoria Mullova (Moscú, 1956) inicia mañana en León una gira de una semana que le llevará, posteriormente, a Oviedo, Zaragoza, Barcelona y Madrid para concluir, el próximo jueves, en Santiago. Visita de nuevo nuestro país acompañada por uno de sus conjuntos fetiche, Il Giardino Armonico, que desde su fundación en 1985 lidera Giovanni Antonini, para ofrecer tres de los más de dos centenares de Conciertos para violín que compuso Antonio Vivaldi. Mullova, seducida por la "revolución barroca" y la energía con la que suele acometer sus interpretaciones la formación milanesa aseguraba en estas páginas: "Los adoro porque me divierto mucho con ellos, derrochan energía. Tocamos como si bailáramos sobre el escenario, creando un sonido que desprende luz".


Lutoslawski y Rota
Dos orquestas españolas han programado esta semana dos autores del siglo XX cuya obra va ganando puntos conforme pasa el tiempo. Buen ejemplo es Witold Lutoslawski (Varsovia, 1913-1994) de quien se podrá escuchar hoy y mañana, en el Auditorio Baluarte de Pamplona,una de las obras que han "resistido" en el repertorio, el Concierto para piano a cargo de la Orquesta Pablo Sarasate, con su titular Ernest Martínez Izquierdo al frente y el gran Paul Crossley como solista. Por otro lado, las más de 150 bandas sonoras compuestas por Nino Rota no han dejado a menudo ver otras tantas obras sinfónicas o concertantes de calidad. En el 25 aniversario de su muerte la Orquesta de Valencia recupera mañana en el Palau su Divertimento para contrabajo con el que fuera destinatario de la obra, el toscano Franco Petracchi. Antonio Pirolli estará en el podio.


Reencuentro con Zimerman
Es siempre un acontecimiento la presencia de Krystian Zimerman (Zabrze, 1956) en nuestro país. La exquisitez conceptual y la sonoridad singular de este artista, de reconcentrada energía, son argumentos para la expectación que genera. Los aficionados de Zaragoza (Auditorio, sábado), Pamplona (Baluarte, domingo), San Sebastián (Kursaal, lunes) y Bilbao (Sociedad Filarmónica, martes), disfrutarán de un recital que incluye obras de Chopin (cuatro Mazurcas y la Tercera Sonata), y Ravel (Valses nobles y sentimentales).