Ismael Jordi, el tenor canta 'La traviata' en Oviedo
Hoy para cantar Rossini te exigen ser un acróbata
25 enero, 2007 01:00Ismael Jordi
La suya es una de las historias más curiosas de cómo se puede llegar a ser cantante de ópera. Hace una década, Ismael Jordi, jugador del Jerez Deportivo, fue reclutado, medio en broma, por el Coro del Teatro Villamarta de su ciudad natal. Pronto destacó y a instancias de su director Francisco López asumió algunas partes pequeñas. Dos años después ya era alumno destacado de Alfredo Kraus en la Escuela Reina Sofía. Se acabó de moldear al lado de Scotto, Cotrubas y, sobre todo, Beganza. A partir de allí su carrera fue meteórica. Dueño de un bello instrumento que utiliza con gusto, consiguió hacerse un nombre gracias a papeles de lírico-ligero como Ernesto de Don Pascuale, Almaviva de El barbero y Nemorino de L’elisir: "Los dos primeros los he casi abandonado. Sobre todo por la manera en la que ahora se hace Rossini, nada que ver con las antiguas versiones de Di Stefano, el propio Kraus, Araiza o el gran Luigi Alva. Ahora para cantar a Rossini casi te exigen ser un acróbata. Parece que ya no importe que lo hagas con una buena línea o diciendo bonito", señala Jordi.Alfredo, un gran reto. Hoy su voz ha cogido cuerpo, robusteciéndose hacia el lírico puro que está llamado a ser, y sus agudos se han afianzado. No es de extrañar que el pasado noviembre debutara Il Duca de Rigoletto en el teatro de su ciudad natal y que el papel de Alfredo de La Traviata se esté convirtiendo en uno de sus caballos de batalla. Con él se presenta este domingo en el Teatro Campoamor dentro de la temporada de ópera de Oviedo: "No dudo que en unos años será uno de mis papeles más importantes. Creo puedo afrontarlo ahora con mayores garantías y madurez, tanto vocal como dramáticamente". A su lado tendrá a la soprano napolitana Cinzia Forte y s y madurez, tanto vocal como dramáticamente". A su lado tendrá a la soprano napolitana Cinzia Forte y nada menos que el barítono Joan Pons. Alfredo de La Traviata, según el tenor, puede pasar, a la sombra de la soprano, algo desapercibido, "no se tiene en cuenta nada menos que el barítono Joan Pons. Alfredo de La Traviata, según el tenor, puede pasar, a la sombra de la soprano, algo desapercibido, "no se tiene en cuenta s y madurez, tanto vocal como dramáticamente". A su lado tendrá a la soprano napolitana Cinzia Forte y nada menos que el barítono Joan Pons. Alfredo de La Traviata, según el tenor, puede pasar, a la sombra de la soprano, algo desapercibido, "no se tiene en cuenta s y madurez, tanto vocal como dramáticamente". A su lado tendrá a la soprano napolitana Cinzia Forte y nada menos que el barítono Joan Pons. Alfredo de La Traviata, según el tenor, puede pasar, a la sombra de la soprano, algo desapercibido, "no se tiene en cuenta lo complicadas que son algunas de sus partes, donde conviven pasajes muy líricos con otros más heróicos, al margen de los agudos, que son siempre un riesgo. Mis modelos están en el pasado, tanto Kraus como Bergonzi".
El último éxito internacional de Jordi ha sido en el Châtelet de París como protagonista de la opereta El cantor de México (en la imagen), por la que obtuvo largas ovaciones en todas las funciones: "Al principio sentía ae Toulousse con Doña Francisquita, en un nuevo montaje de Emilio Sagi: "coincidía con la reposición de El cantor en París, pero renuncié a ello porque he hecho poca zarzuela y creo que tengo que defender lo nuestro", afirma tajante.