Image: Encuentros en el CDMC

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Música

Encuentros en el CDMC

El minimalista Steve Reich encabeza el cartel de la temporada

23 octubre, 2009 02:00

Los integrantes de la London Sinfonietta de Franck Ollu

El próximo lunes echa a andar de la mano de Bl!ndman la quinta temporada de conciertos del CDMC en el Auditorio 400 del Museo Reina Sofía de Madrid. Destacan, entre sus 27 conciertos gratuitos, las visitas de Steve Reich, que evocará los Encuentros de Pamplona de 1972, de los hermanos Capuçon y de conjuntos estrella como el Ensamble Intercontemporain o la London Sinfonietta.

Aquello debió de ser chocante. En las postrimerías del franquismo, a sólo un año de lo de Carrero Blanco y a dos de la revolución portuguesa y de la flebitis del dictador, la familia Huarte patrocinó un megafestival que reunió en Pamplona a la flor y nata del arte de vanguardia de todo el mundo, con abundancia de recursos y con mucho criterio programador. Aquello se volvió mito en seguida, una especie de Darmstaad (o quizá en una suerte de Woodstock) multidisciplinar y español. En ambiente presanfermín, los pamploneses recibieron atónitos a John Cage, David Tudor, Sylvano Bussotti y Steve Reich, junto a los españoles ZAJ, Eduardo Polonio, Tomás Marco, Carlos Cruz de Castro, Mestres-Quadreny y Antonio Agúndez, entre otros alborotadores conceptuales. Lo mismo ocurrió con las artes plásticas, el cine y la poesía. El organizador del evento fue el grupo Alea es decir, Luis de Pablo, que poco antes se las había arreglado para traer también a España a Pierre Boulez, Karlheinz Stockhausen y demás santones de la modernidad. Ahora, el Museo Reina Sofía de Madrid ha preparado una exposición sobre los Encuentros y el Centro para la Difusión de la Música Contemporánea (CDMC) la subraya dedicando al tema tres conciertos de su temporada.

El más sonado será el primero, que constituye la única parada española de la gira europea de Steve Reich y su banda. Reich, compositor y percusionista, no es el padre de los minimalistas americanos, pero sí el mejor de ellos. Su concierto empieza con Clapping Music: Reich y un colega salen a escena sin nada en las manos, avanzan hasta el borde y se encaran con los pies en guardia y los brazos proyectados al frente, cual luchadores de grecorromana, pero en vez de engancharse, se arrancan a cruzar palmas como si fueran palmeros flamencos durante cinco minutos, tocando de memoria ritmos escritos, precisos y refinados. No se puede hacer más con menos. "Clapping Music la puede tocar cualquiera en cualquier sitio -dice Steve Reich a El Cultural desde su estudio en Nueva York-, y ahí está parte de la gracia". Aún recuerda bien aquellos conciertos de Pamplona. "Tocamos Drumming en una cancha de baloncesto. Al principio, la gente se preguntaba ‘¡qué es esto!’, pero al poco empezaron a lanzarme olés, como en las corridas de toros. Ellos disfrutaron mucho, y nosotros también". En Electric Counterpoint, otra de sus obras programadas en Madrid, tocará Marc Stuart, un guitarrista que suele acom- pañar a la banda de Paul Simon. "Marc representa un tipo nuevo de músico ‘clásico’ -dice Reich-: ha ido al conservatorio, sabe leer música, pero también toca rock and roll".

Además de los Encuentros, el CDMC celebra el ochenta cumpleaños de Luis de Pablo y de Cristóbal Halffter. Como los dos son muy grandes y de 1930, están condenados a compartir los homenajes, lo que convierte a la música española en una flota con dos buques insignia. Es la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid, con los maestros Encinar y Casas, la encargada de disparar las salvas. Además, la soprano Celia Alcedo y el pianista Kennedy Moretti celebrarán los 70 años del brasileño Marlos Nobre, que fue Premio Tomás Luis de Victoria hace unos años.

Dice Jorge Fernández Guerra, el Director del CDMC, que Madrid es desde hace unos años "sorpresa y referencia" en el circuito internacional de contemporánea, y así es. El ciclo Musicadhoy, el de producción propia del Auditorio Nacional y éste del CDMC, además del Círculo de Bellas Artes y algún otro, reúnen una oferta de calidad y cantidad impensable hace poco tiempo. Al Auditorio 400, por ejemplo, vienen este año tres conjuntos estrella, como son el Ensemble Intercontemporain, la London Sinfonietta de Franck Ollu y los hermanos Capuçon, además del grupo transnacional Laboratorium, los belgas Bl!ndman y Champ d’Action y el holandés VocaalLAB. Internacional también, pero radicado aquí, es el Ensemble de la Orquesta de Cadaqués, que dirige el flautista Jaime Martín. Con ellos tocará David del Puerto, el gran compositor madrileño que lleva un tiempo mostrándose en público, guitarra eléctrica en mano.

El regreso de Arizcuren.
Aún más significativa que las visitas extranjeras es la plétora de grupos españoles que brillan en algunos casos al mismo nivel que los otros. El Ensemble Residencias, que nace del cruce del Trío Arbós y Neopercusión, da tres conciertos y actúan también el Plural Ensemble de Fabián Panisello, el Grup Instrumental de Valencia de Joan Cerveró y el Modus Novus que dirige Santiago Serrate. Es muy buena noticia el regreso del Octeto Ibérico de Violonchelos de Elías Arizcuren que, tras una temporada de silencio, vuelve más ibérico que nunca. Vuelve también a su cita anual el Concurso de Composición de Fundación Autor/CDMC. José Luis Temes, todo un clásico de la contemporánea española, dirige la final con el Sax Ensemble y da un segundo concierto al frente de la Camerata de Madrid. Cierran la serie Eduardo Polonio y el Atelier Gombau con una miniserie de Música e imagen que eleva el número de conciertos a 27.