Niño Josele: "Suelo tocar con músicos de otros géneros, pero en mi terreno"
Actúa en Suma Flamenca con Márta Sebestyén
3 junio, 2011 02:00Partidario de que el flamenco se codee con otros géneros musicales, el guitarrista participará en Suma Flamenca con un concierto, el 11 de junio, junto a la cantante húngara Márta Sebestyén.
Flamenco en la frontera es un ciclo creado dentro del Festival Suma Flamenca para propiciar el encuentro con otras músicas y en el que van a intervenir Renaud García-Fons, Diego el Cigala y Fanfare Shaval e Idan Raichel y Diego Guerrero. En ese contexto, el guitarrista almeriense Niño Josele, de reputación internacional y perteneciente a una familia gitana de músicos flamencos, y la cantante y folclorista húngara Márta Sebestyén, Artista de la Unesco para la Paz e hija de la etnomusicóloga Iliona Farkas, acercarán su guitarra y su voz. Algo que ya hicieron en el espectáculo Europa en vivo 2010, con motivo de los actos de clausura de la Presidencia Española de la Unión Europea.-Un concierto en Suma Flamenca, que ya ha adquirido un gran prestigio, es algo valorado por los artistas y una ocasión de oro para difundir la propia obra. ¿Qué prepara Niño Josele para el 11 de junio, en Teatros del Canal?
- Hace muchos años que quería presentar en Madrid mi nueva música. Me han escuchado acompañando el cante o tocando cosas de Española, pero flamenco flamenco es la primera vez, y eso es algo que me hace mucha ilusión.
-¿Cuándo habla de "flamenco flamenco", a qué se refiere?
- Pues que tocaré rondeña, que siempre me gusta abrir con ese estilo: hace que me centre y ayuda a que el público vaya entrando poco a poco, sin estridencias, con gusto y estableciendo una buena conexión con lo que le propongo. Luego haré alguna bulería, soleá, soleá por bulería, tangos… Cosas muy flamencas.
Sobre la canción húngara
-Comparte escenario con Márta Sebestyén, una gran cantante, cuya voz se hizo famosa por haber aparecido en la banda sonora del filme El paciente inglés. ¿Cómo han planteado el concierto?
- Cada uno hará su parte, pero luego nos unimos para interpretar una canción. La conocí en Madrid el año pasado y trabajamos juntos. Una artista maravillosa con la que establecí una buena amistad, y, además, canta estupendamente, tiene una voz hermosa y muy especial.
- ¿Y le ha sugerido que intente cantar flamenco?
- No, no, aunque sería interesante. Ella va a hacer una canción tradicional húngara y yo la acompañaré, aunque con el propósito de invitarla a participar del aire flamenco y siempre respetando sus elementos melódicos. Pero me gustaría finalizar con una bulería muy creativa y fresca, donde incluso surja la improvisación en el diálogo entre las dos músicas.
-¿Encuentra alguna similitud entre lo que ella hace y el flamenco?
-La letra no la entendemos, es un idioma difícil. Ocurre lo mismo que cuando nosotros viajamos, que no entienden la letra pero sí los quejíos, ¿no? Y ella tiene ese quejío que tanto nos gusta, nos llega y nos conmueve. Sobre todo, en el caso de Márta, cuando enlaza en los remates la melodía con el quejío, porque lo que hace ella es también un cante de raíz, apegado a la tierra, por eso tiene profundidad.
-Por cierto, ¿le recuerda a alguna cantaora que conozcamos?
-Sí, por la afinación y la dulzura me recuerda a Estrella Morente; también por la melodía y por la forma de modular dentro de esa melodía. Existen afinidades sutiles, pero, claro, después son distintas cuando cantan.
-¿Y cree positivo que el flamenco tenga esos encuentros, como los que propone Suma Flamenca, con músicas de otros países?
-Desde luego que sí. El flamenco necesita codearse con otras músicas y hacerse amigo de ellas. Lo está pidiendo a gritos. Eso siempre se ha hecho a lo largo de la historia. Ramón Montoya, en el primer tercio del siglo pasado, ya grabó una serie de estilos flamencos con un saxofonista, y Sabicas tocaba con músicos norteamericanos. Ellos fueron los pioneros. Creo que es lo que está demandando el flamenco, aunque con muchísimo respeto y sabiendo lo que se tiene entre manos, como le ocurría al maestro Enrique Morente, que hacía cosas muy creativas y valientes y luego, cuando quería, era el más clásico de todos.
Talento desde la cuna
-Y en ese sentido, ¿utiliza alguna fórmula?
-Bueno, uno hace lo que hace. Yo soy flamenco desde la cuna. Toco flamenco y puedo adaptarme a otras músicas, pero, insisto, tocando flamenco. Creo que ese es el secreto. Por ejemplo, en mi disco Española consigo que músicos de otros géneros tocaran mi música, trayéndomelos a mi terreno.
-Ha hablado de Española, un disco relativamente cercano, pero me comenta que está terminando otro. ¿Se encuentra en un buen momento de creatividad?
-Siento que ahora estoy aprendiendo bastante. Uno nunca acaba de aprender. Técnicamente puedes estar un día mejor y otro peor, pero cada año que pasa vas madurando y adquiriendo más conocimientos, vas siendo más cuidadoso y matizando mejor. Yo creo que me encuentro en una época buena y, por el momento, me da la impresión de que estoy en mi sitio. No sé el año que viene dónde estaré, pero pienso que eso es lo que necesita un músico, seguir aprendiendo. Y no darse por vencido, pensando que ya lo sabes todo.