Concierto en Música en Segura. Foto: Antonio Rubio

Concierto en Música en Segura. Foto: Antonio Rubio

Música

Beethoven 'influencer' en la España vacía

Arranca Música en Segura, un festival que incita a revertir el éxodo rural con reclamos musicales como los del Cuarteto Quiroga, el Trío Zukan, Mayte Martín y Raquel Andueza

5 noviembre, 2020 14:29

Pioneros del neorruralismo en España, los padres de Daniel Broncano (también del popular presentador de televisión David) dejaron Madrid para instalarse en una de las zonas más despobladas del país, en medio de las feraces sierras y los olivares infinitos del norte de Jaén. “Yo nací un año después de que se instalaran en Orcera, así que allí fui concebido”, explica a El Cultural. Encima de este pueblo, encaramado en el monte, está otro catalogado -con justicia- como uno de los bonitos del país: Segura de la Sierra. “De adolescente alzaba la vista, lo miraba y pensaba que sería una gozada celebrar un festival de música allí”, confiesa a El Cultural desde el otro lado de la pantalla de Zoom. Era “sueño vago” que se convirtió en realidad hace siete años cuando logró armar la primera edición de Música en Segura.

Broncano es clarinetista. Abandonó el enclave rural donde se crió con 15 años para formarse, de vuelta en la capital, en el Conservatorio Superior. Luego vivió en Londres durante cuatro años. Estudió en el Royal College of Music. Allí en Inglaterra comprobó la cantidad de ciclos de conciertos que se organizaban en pequeños pueblos. Un referente icónico son las óperas en la campiña de Glyndebourne pero su principal ejemplo es el festival de Aldeburgh, la localidad donde nació Britten y cuyo festival moviliza miles de personas durante todo el año. “Al final aquel sueño vago se mezcló con un pique sano patriótico”, precisa. Si ellos podían hacerlo, por qué yo no. Y se lanzó, en compañía de su mujer entonces, Felicity Smith, que conoció en el Royal College of Music.

“Conté con el asesoramiento de una empresa inglesa que se dedica a organizar vacaciones con reclamos musicales, Holidays with Music. Ellos me garantizaron que habría al menos un grupo de 30 personas. Eso fue un espaldarazo”, recuerda. Todo estaba encarrilado. Pero la fatalidad se interpuso en el camino: Felicity murió de golpe. Broncano estuvo a punto de arrojar la toalla, cancelarlo todo y concentrarse en superar el duelo. Pero pronto se dio cuenta que descorchar el festival era el mejor homenaje a su compañera. Y así empezó esta historia que llega hasta hoy, a la época del Covid, con Broncano, como todo programador, devanándose la sesera para hilvanar voluntades y, al tiempo, someterse a las restricciones. En la actualidad, la cita jienense se desdobla en dos periodos. Unos días en mayo y otros en noviembre. Los primeros fueron clausurados. Aunque, vía streaming, se pudieron emitir algunos conciertos, que, contra la ingenua tendencia del momento, se cobraban.

Este jueves arranca el segundo tramo, que, finalmente, ha podido salvarse gracias al streaming. El festival vuelve a demostrar que lo suyo son las delicatessens musicales, un concepto que le gusta esgrimir a Broncano. “La idea es hacer un festival transversal y ecléctico, que se salga del menú del McDonald’s musical. Partimos de la clásica pero ahora también hay jazz, flamenco, electrónica, músicas de raíz… Abrimos nuestras puertas a todo lo que aporte sensibilidad y algo especial que merezca ser escuchado”, señala Broncano, que ha tenido que suspender, por el lío imperante, el concierto en el que participaba él dentro de un sexteto en el que figuraba también Miguel Colom, flamante concertino de OCNE.

Iban a tocar en la Iglesia de los Jesuitas, epicentro del festival. Allí sí concurrirán el Lucía Rey Jazz Trío, la cantaora Mayte Martín, Raquel Andueza con La Galanía y el Cuarteto Quiroga, que aportará partituras beethovenianas a la fiesta: los Cuartetos nº 15 y nº16, dos hitos precursores de las vanguardias. Al genial sordo, y, precisamente, a su legado renovador de la industria de la música está dedicada la exposición Beethoven Influencer, comisariada por el propio Broncano. Se ha instalado en el ayuntamiento y, a través de paneles y juegos lumínicos, intenta pone de relieve cómo el compositor germano cambió las reglas en casi todo: “A partir de él, empezó a mirarse atrás y a tener en cuenta el repertorio. Los autores contemporáneos dejaron de estar en la primera línea. Su influencia es tremenda. Los CDs, por ejemplo, se adapataron para que cupiera su Novena sinfonía, y los LPs, para acomodar a la Quinta”, apuntar el fundador de Música en Segura.

Imagen del Trío Zukan durante su residencia en Segura de la Sierra.

Desde el año pasado, además, el pueblo acoge a conjuntos musicales para que, en unos días de retiro, puedan dar a luz piezas de nuevo cuño en compañía de un compositor. Los primeros en beneficiarse de esta iniciativa ha sido el Trío Zukan, compuesto por Gorka Catediano (percusión), Maria Zubimendi (acordeón) y Jon Ansorena (Txistu). El conjunto vasco se asoció con Hugo Morales, un artista que desborda el perfil de mero compositor ya que, en su programa artístico, está también el empeño de idear nuevas sonoridades y construir nuevos instrumentos. De hecho, tiene en su currículo un ballet para quijadas de caballo que se percuten con baquetas y guantes de boxeo y a las que, mediante la inserción de pequeños motores, arrima al ámbito electrónico. “Llevábamos tiempo queriendo trabajar junto a él y vimos que Música en Segura nos podía dar la excusa idónea. Una de nuestras líneas de trabajo es también la experimentación de nuevos sonidos con instrumentos convencionales o el diseño de otros completamente originales”, explica a El Cultural Zubimendi.

Una vez en Jaén, empezaron a hacer probaturas. Una noche, estando junto a la lumbre, Morales vio el fuelle que se utiliza para avivar la brasa. La visión del fuelle también encendió la bombilla de su inventiva. Al día siguiente ya estaban recabando fuelles por todo el pueblo y alrededores. “La gente empezó a llamarnos ‘los locos de los fuelles’”, rememora Ansorena entre risas. Morales y los Zukan acabaron empalmándolos con flautas y la segunda parte de la obra que idearon durante aquella joint Venture se sostiene sobre este ingenio instrumental. De corte minimalista, será interpretada por primera este jueves en la Iglesia de los Jesuitas.

Los componentes del Trío Zukan quedaron encantados con la experiencia. “Es un lujo poder componer desde cero en compañía del compositor porque el intérprete le puede dar pista útiles y mientras que él tiene la oportunidad de desvelar sus intuiciones para que se puedan plasmar lo mejor posible”, dice Zubimendi. Ahora buscan otra residencia del estilo que les permita repetir la fórmula. Lo tienen difícil, sobre todo en la España vacía, por la escasez de propuestas similares. Quizá los hijos engendrados por los neorruralistas contemporáneos, víctimas del covid y otras lacras urbanas, estén engendrando ya los hijos que solucionen esta carencia. “Lo de ir al pueblo el fin de semana a comerse unas chuletas y volver es una costumbre que se va a desintegrar. El cambio que viene es más profundo”, sentencia Broncano desde su trinchera en la sierra jienense.

@alberojeda77