Raquel Andueza: "El confinamiento me hizo consciente de lo evidente: la cultura es un bien esencial"
La soprano navarra, que acaba de cerrar la Semana de Música Antigua de Estella (SMADE), que ha dirigido, ha abierto una escuela de canto en el Baztán y prepara un nuevo disco del barroco italiano.
17 septiembre, 2023 01:13¿Qué libro tiene entre manos?
La otra orilla, de Miguel Barrero.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
Me cansa percibir, por encima de sus palabras, el ego de quien escribe. Y, evidentemente, que esté mal escrito.
¿Con qué personaje cultural le gustaría tomar un café?
Con Claudio Monteverdi. Por admiración y curiosidad.
¿Y una (o dos) copas, ya de noche?
Depende del propósito… Pero elijo a Leonardo da Vinci. Alguien tan ingenioso seguramente era muy divertido.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?
Cuando viajo, en libro electrónico; en casa, tanto en papel como electrónicamente, por las noches. Fui ferviente defensora del team papel, pero cuando comprobé lo cómodo que era el ebook, sobre todo para viajar, claudiqué.
¿Qué persona o acontecimiento cultural le hizo cambiar su manera de ver el mundo?
Más bien fue al revés: durante el confinamiento me di cuenta de que todo lo que hacía (salvo comer, dormir y hacer algo de ejercicio) era cultura: series, visitas a páginas de arte, lectura, música… Fui consciente de lo evidente: que es un bien absolutamente esencial.
Ha dedicado la SMADE al pecado. ¿Qué aporta este a la música?
Las pasiones del alma nos hacen errar, aprender y, normalmente, disfrutar y divertirnos; evidentemente, han inspirado infinidad de composiciones.
Lleva entre manos un libro muy personal sobre la voz. ¿Qué quiere contar exactamente?
Reflexiono, con mi relación con la voz como nexo, sobre su infinito poder y el uso que hacemos de ella.
En el valle del Baztán, por cierto, va a abrir un centro de la voz y la respiración. ¿En qué consistirá?
Es un espacio para desconectar del ‘ruido’ externo, rodeado por un bosque de hayas, donde hacer talleres de respiración y sesiones de voz, no solo para cantantes.
¿Usted también se hartó del ruido incívico de la ciudad?
Comencé a encontrarme desubicada: ruido, contaminación, estrés… Aquí todo es más lento, amable y plácido.
Anda, por otro lado, espigando los rincones ocultos del repertorio italiano del XVII para un nuevo disco. ¿Algo que adelantarnos?
Un manuscrito italiano conservado en la Biblioteca Nacional de Francia es el gran candidato a ser grabado.
¿Qué película ha visto más veces?
No soy de ver películas o de leer libros más de una vez.
¿Se ha enganchado a alguna serie? ¿Cuál?
Me engancho fácil: La casa de papel, Good Girls, Beef, American Horror Story…
¿Le importa la crítica, le sirve para algo?
A todos nos gusta leer cosas bonitas de nuestro trabajo, pero me cala más profundamente que una persona del público me diga que su día ha mejorado gracias a ese concierto.
Obra de teatro que le haya dejado clavada en la butaca.
Una noche sin luna, de Juan Diego Botto.
¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Para mí, la belleza del arte contemporáneo radica en esa puerta abierta que permite a la imaginación viajar, haciendo que la obra de arte se perciba de una manera única.
¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
Difícil… Claude Monet.
¿Le gusta España?
¡Me encanta! Su calidad de vida es magnífica: el clima, la gente, la diversidad cultural, natural y lingüística, la gastronomía…
¿Qué medida urgente aplicaría para superar la crisis del sector cultural?
Lo primero, que en los cargos haya más personas a las que realmente les importe la cultura, para generar conciencia de lo esencial que es; tener cultura no significa ser erudito, sino forjarse un criterio para discernir qué nos construye y qué nos destruye.