En los últimos años han proliferado las grabaciones de gregoriano, ese canto salmódico adoptado oficialmente por la Iglesia católica. Es uno de los principales del canto latino medieval junto al ambrosiano, galicano, mozárabe y viejo romano. Las interpretaciones de los monjes de la Abadía de Solesmes dieron impulso en los tiempos modernos a este repertorio, que conoció en nuestro país, de la mano de los monjes de Silos, una sorprendente notoriedad discográfica. Nos llega este recientísimo registro de los monjes de la abadía cisterciense de Stift HeiligenKreuz, sita en los bosques cercanos a Viena. La interpretación de estas páginas monódicas, seleccionadas entre las más célebres, es reconfortante por la pureza de entonación, la limpidez del fraseo, la exactitud del acento; en una bien medida combinación del estilo salmódico y del estilo estrófico. Se alternan pasajes silábicos, neumáticos y melismáticos. Un inefable viaje por el Réquiem tradicional, por la antífona In Paradisum y por diversos salmos integrados en el Completorium, la plegaria nocturna de los monjes. La grabación, llena de ecos irreales, contribuye a la magia sonora que desprende esta recreación.