Image: Victoria: Salmos de vísperas

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Discos

Victoria: Salmos de vísperas

La colombina

31 julio, 2008 02:00

K617 209

Los pentagramas de Tomás Luis de Victoria (1548-1611) son, como bien definía Mitjana, al mismo tiempo, "místicos y sensuales". El monje abulense logró alturas insospechadas, de radical novedad, sin recurrir a los intrincados contrapuntos de la escuela neerlandesa ni a comunes artificios. El inspirado manejo de la tensión entre melodía y armonía, el empleo de determinados intervalos y una arriesgada disonancia eran sus señas de identidad. El paso del renacimiento al barroco encontró en él un conspicuo y apasionado representante.

No es raro por ello que nos alegre la aparición de este disco, que nos muestra las características del compositor y que nos descubre nuevos tesoros hasta ahora ocultos. En efecto, encontramos aquí los salmos de vísperas a cuatro voces contenidos en el Manuscrito musical 130 de la Biblioteca Nazionale Vittorio Emanuelle II de Roma, objeto de una edición a cargo de Esteban Hernández Castelló; un corpus de 1592, de cuya existencia ya había advertido en 1975 el musicólogo alemán Klaus Fischer y al que hacía referencia en 1992, en La música de las catedrales españolas del Siglo de oro, Robert Stevenson. Es una de las escasas copias de música para la imprenta que se conservan del siglo XVI.

En la interpretación, que nos parece de una limpieza, una severidad y una expresividad raras, los cuatro componentes de La Colombina -la soprano Raquel Andueza, el contratenor José Hernández Pastor, el tenor Josep Benet y el barítono Josep Cabré-, solventan hábilmente la escasez de efectivos y la dificultad de los salmos a voces iguales transportándolos al terreno de las voces mixtas y alternan las antífonas con los salmos. Añaden unos motetes, como el Ave Maris Stella o el Magnificat, y realizan el conjunto con una radiante sonoridad gracias a la perfecta afinación y a la fantasía figurativa.