Sánchez-Verdú
Alqibla
11 septiembre, 2008 02:00Verdú esquiva el lugar común porque sus acordes bisbiseados y sus golpecitos con la madera del arco están todos puestos al servicio de una idea sonora comprensible y universal. Ya en la estructura de Alqibla pero con más eficacia en las donosuras del Paisajes del placer y de la culpa y en la transparencia mística de Taqsim, el flujo de ideas se condensa en objetos sonoros palpables: un ritmo sencillo, una nota tenida, una octava insistente, que brillan como gemas desplegadas en dechado para nuestra cándida admiración. Yo confieso mi debilidad por estas microbellezas. Me parecen muy humanas y las recomiendo sin dudar. Juan Luis Pérez, a las riendas de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, ordena muy bien las cosas y sabe encontrar el sonido más característico de Verdú, lo que, por cierto, no es nada fácil.