Image: Sánchez-Verdú

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Discos

Sánchez-Verdú

Alqibla

11 septiembre, 2008 02:00

Juan Luis Pérez. DS-0147

Sin mayores preámbulos, José María Sánchez-Verdú (Algeciras, 1968) sitúa al oyente en el borde del silencio, en la casi nada, que para el buen oído es también el cofre de las maravillas. Soplidos, susurros, chack-chaks y tiquiteos pueblan esta música que, de puro peligrosa (le falta poco para pasar de cofre a retablo), consigue librarse de los males que la rodean.

Verdú esquiva el lugar común porque sus acordes bisbiseados y sus golpecitos con la madera del arco están todos puestos al servicio de una idea sonora comprensible y universal. Ya en la estructura de Alqibla pero con más eficacia en las donosuras del Paisajes del placer y de la culpa y en la transparencia mística de Taqsim, el flujo de ideas se condensa en objetos sonoros palpables: un ritmo sencillo, una nota tenida, una octava insistente, que brillan como gemas desplegadas en dechado para nuestra cándida admiración. Yo confieso mi debilidad por estas microbellezas. Me parecen muy humanas y las recomiendo sin dudar. Juan Luis Pérez, a las riendas de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, ordena muy bien las cosas y sabe encontrar el sonido más característico de Verdú, lo que, por cierto, no es nada fácil.