Los que esperen un disco típico de Wire, de efectos secundarios físicos, de los que se oyen con el estómago y los tímpanos al límite, harán bien en no hacerse con esta nueva entrega del grupo más interesante del art-punk, un punk desestructurado que está más cerca de Greil Marcus y Cage que de McLaren. Object 47 merodea el pop aunque la enfermedad y el disparate siguen haciendo de las suyas. Dicen que el alejamiento de los postulados de la música ruidista tiene que ver con la ausencia del genial Bruce Gilbert, pero no está tan claro. Mantienen la inspiración de su debut, Pink Flag, disco al que toda una generación de grupos de los 90 debe mucha intertexualización. Canciones como Are you ready? se pueden situar entre sus clásicos y sorprenden con otras, como Mekon Headman. Wire siguen siendo wire.