Los 200 de Chopin, disco a disco
El Cultural recorre los más recientes lanzamientos discográficos en torno al bicentenario
26 febrero, 2010 01:00Portadilla de Chopin Chez Playel, de Alain Planès
Los sellos discográficos no han querido faltar a su cita con el bicentenario de uno de sus más rentables proveedores de repertorio. Deutsche Grammophon, Brilliant, EMI, Virgin y Harmonia Mundi hacen su particular homenaje a la memoria de Chopin. Entre la densidad de nombres que ofrecen los recopilatorios y el original acercamiento de algunos solistas, El Cultural ha seleccionado las mejores propuestas.
No hay duda de que el álbum que ahora lanza DG es espectacular, ya que el sello ha reunido en estos 17 compactos a lo mejor de sus catálogos y de los de su hermana Decca. Nombres señeros, ya acreditados, como los de Arrau, Ashkenazy, Pollini, Argerich, Zimerman, Ugorski, Pires se unen a los de jóvenes talentos llamados Blechacz o Yundi Li. Los dos últimos cedés se dedican a la música de cámara (Rostropovich, Trío Beaux Arts) y vocal (Elzbieta Szmytka).
Obras completas (Brilliant)
Todo el lujo del sello amarillo compite con la integral de Brilliant, cuajada también de magníficos pianistas (Gilels, De Groot, Harasiewicz) y que se completa con otros doce discos de históricos (Rubinstein, Cortot, Lipatti, Solomon, Brailowski, De Pachmann…).
Valses, Lipatti (EMI)
El nombre del rumano Dinu Lipatti es verdaderamente legendario, aún más por haber muerto muy joven, a la edad de 33 años. Pero le dio tiempo a realizar una serie de grabaciones míticas, entre las que figuran, por ejemplo, un maravilloso Concierto de Schumann y, particularmente, una serie de páginas del compositor polaco, entre las que se encuentran las contenidas en este gozoso recopilatorio. Nadie ha tocado de manera tan alada y elegante los Valses como él. Junto a las catorce piezas de la colección aparecen la Barcarola, el Nocturno op. 27 n° 2 y la Mazurca op. 50 n° 3.
Diario íntimo, Tharaud (Virgin)
Este talentoso pianista parisino es hoy uno de los nombres a seguir en el terreno de la interpretación, que él intenta que tenga siempre el carácter de una improvisación. Tharaud nos presenta una selección de páginas que constituyen una suerte de recorrido sensible por el universo del compositor. Piezas preferidas, dichas a veces a media voz; con estilo, sentido del fraseo y del rubato, matizada sonoridad y pulsación adecuada.
Chopin Chez Pleyel. Planès (HM)
Nos encontramos ante una nueva selección de piezas variadas y una buena representación del arte del compositor en la exposición y variación temáticas. Planès, un instrumentista raro, cultivador de varias disciplinas, un francotirador que tiene, no obstante, ya una amplia discografía en los campos más diversos, nos da aquí una imagen de Chopin que se pretende, con todas las salvedades, auténtica. El recital está interpretado, con rigor y seriedad, en un piano coetáneo al compositor, un Pleyel de 1836, de sonoridad muy diferente a la de los modernos instrumentos.