Gioia
Aleksandra Kurzak. Orq. Comunidad Valenciana, O. Wellber
3 junio, 2011 02:00Lo primero que salta "al oído" de la voz de esta joven soprano polaca, que canta Susanna por estos días en el Teatro Real, es la calidez, carnosidad y frescura tímbrica, las propias de una lírico-ligera con tendencia a lo lírico puro. El grave es natural, el centro redondo, el agudo bien proyectado. Extensión quizá un poco justa cuando viaja hacia el sobreagudo, en el que en ocasiones tiene que echar mano de algún truquillo, como esos portamentos di sotto en el ataque al re 5 de La Traviata.
Pero hay que repetir que el timbre es lustroso, el colorido muy fino y el arte de canto más que correcto, con miras a una perfección que está en camino de adquirir. No hay duda de que en su formación ha intervenido su madre, la soprano coloratura Jolanta Zmurko, de quien recordamos, aunque con atractivo tímbrico algo menor, unas magníficas Reinas de la noche con la Ópera de Cámara de Varsovia. Era más segura, más firme y virtuosa en las agilidades.
En todo caso, Kurzak se deja escuchar con gusto. Sus trinos son buenos, puede que excesivamente mecánicos, faltos de flexibilidad en la batida, y nos solazamos escuchándola en Las bodas de Fígaro, Lucia di Lammermoor, Gianni Schicchi, La bohème o L'elisir d'amore. En ésta y Traviata la acompaña el muy verderón tenor Francesco Demuro, de agradable timbre. La soprano debe seguir por estas vías y no acometer todavía papeles más enjundiosos. El soporte de la Orquesta de la Comunidad Valenciana y su titular Omer Wellber se nos antoja poco poético y en exceso agreste y rudo. El título del disco desmerece.