Image: El buen momento de la música española

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Discos

El buen momento de la música española

19 abril, 2019 02:00

La música española atraviesa un buen momento y las novedades discográficas tienen un marcado sello patrio. El incombustible Kiko Veneno regresa con un disco en el que fusiona su sonido tradicional con la electrónica con gozosos resultados. Vuelve La Casa Azul con La gran esfera, donde sigue sorprendiendo por su carisma pop y disfrutón, mientras Atención Tsunami triunfan con Vltra un disco oscuro y punk de rabiosa urgencia. La experimentación llega de la mano de Don the Tiger, alias de Adrián de Alfonso, que con el intenso y sabio Matanzas explora los sonidos menos trillados de Colombia. En el panorama internacional, la estadounidense Weyes Blood conmociona con un álbum de canciones con tono celestial bellísimo mientras Solange, la hermana de Beyoncé, sigue brillando con su soul político. Helado Negro, por su parte, entrega un gran álbum que deleitará a los fans de Nat King Cole. Gran momento de la música nigeriana con el relanzamiento del clásico recopilatorio de funk de los 70. Y atentos a la jovencísima Billie Eilish, su musculoso pop electrónico es pura dinamita.

Kiko Veneno: Sombrero roto.

“Yo quería ser español y partir una naranja”, canta Kiko Veneno en una de las canciones de su nuevo y sorprendente álbum. Seis años después del último, Sensación térmica, junto a Refree, Veneno cuenta que quería explorar nuevos mundos y para ello abraza la electrónica en un trabajo que a veces recuerda al mismísimo James Blake como esa preciosa Vidas paralelas sobre un amor imposible o Autorretrato en la que dice “estoy cojo, medio mudo, cabezón y justiciero, menos mal que tengo pelo”. Hay momentos más pop como Chamariz y otros más inesperados como ese funk del tema que da título al disco sin olvidar las canciones más flamencas y típicas del músico como esa bonita Ojalá. En colaboración con Santi Bronquio, joven productor de Jérez, Kiko dice que admira a Kendrick Lamar por su “osadía sonora” y en este disco el artista logra sonar a él mismo y al mismo tiempo sorprendente y moderno.

Weyes Blood: Titanic Rising.

El año pasado estuvo marcado por el gran éxito de Kacey Musgraves y ahora parece coger el testigo Natalie Mering, quien usa el alias de Weyes Blood, con este disco de folk-rock celestial y superemotivo. Dice Mering que el álbum trata sobre “olvidarse de estar enamorado. Cada uno vive en su propia separada entidad. Ahora mismo hay un sentimiento de que necesitamos ser salvados y eso es pedir demasiado a la gente”. El propio título del disco y una de las mejores canciones, “el resurgimiento del Titanic” da una idea del aroma de supervivencia y renacimiento que sobrevuela este trabajo con algunas canciones como esa Andromeda en la que la artista canta: “Eleva el corazón de las profundidades a las que ha caído” para conmovernos con un tema de una sensibilidad absoluta mientras en canciones como Wild Time le basta una guitarra y pocos arreglos para componer una preciosa balada.

Novedades Carminha: Ultraligero.

Desde su primer lanzamiento hace una década titulado Grandes éxitos, los gallegos Novedades Carminha han ido ganando un público cada vez más amplio gracias a su música marcada por bandas británicas punk de los 70, sobre todo The Clash, aunque aportan, más aún en este nuevo disco titulado Ultraligero, elementos de la música latina y tropical. Después del gran éxito de su canción con Dellafuente, la sensacional Ya no te veo, que cierra el disco, la banda triunfa con tracks "ultraligeros” pero también muy sofisticados en el que hay momentos de una gran fuerza rítmica como esa Volverte a ver con un bajo trotón o la genial Te quiero igual, con un punto ska, y un estribillo sensacional. Recuperan el espíritu festivo de la fiesta mayor española en Verbena y se pasan a una especie de funk galáctico en El vivo al baile. Son muy buenos.

Helado Negro: This Is How You smile.

Nacido en el sur de Florida de padres ecuatorianos, Roberto Carlos Lange es un músico basado actualmente en Brooklyn que mezcla español e inglés en sus maravillosas canciones en las que parece brillar una especie de “decadencia latina” con un toque pop que recuerda un poco a Lana del Rey pero más latino y underground. Imagining What to Do, con un toque a lo Mac DeMarco, con el que comparte no pocos rasgos, es una balada conmovedora en la que aborda su tema habitual, el racismo en Estados Unidos y las dificultades de crecer siendo un emigrante. En País nublado, uno de los temas que marcan este año, canta: “Reírme más rato/ Sonriendo con más dureza/ Me hace sentir más fuerte”.

Don the Tiger: Matanzas.

El músico barcelonés afincado en Berlín Adrián de Alfonso, en arte Don the Tiger, ha desarrollado una intensa trayectoria musical siempre en los márgenes del underground que arranca con Veracruz y prosigue con este proyecto en el que se sigue distinguiendo como un artista de una inquebrantable independencia. Vanguardista nato, Don the Tiger nos regala un álbum oscuro y rasposo como es habitual inspirado, según él mismo, por un viaje a la Colombia natal de su novia Lucrecia Dalt, músico ella misma y también productora de este disco. Dice que más allá de la cumbia y el vallenato ha explorado sonidos del país suramericano como los pasillos andinos, el currulao del Pacífico, las particulares versiones de la salsa en Cali o el tango en Medellín dando lugar a la champeta. Hay algo de Arca en este disco como si Arca se hubiera fumado cuatro paquetes de cigarros y cuatro copas a palo seco de ron en el que De Alfonso se muestra más seductor e inspirado que nunca.



Nigeria 70: No Wahala: Highlife, Afro-Funk & Juju 1973-1987.

El sello británico Strut sigue explorando la fascinante música nigeriana de los años 70 y lanza su cuarto recopilatorio en ocho años con canciones de esa época. Seleccionadas por el DJ Duncan Brooker, fue una época en la que el país se convirtió en el epicentro de una apasionante fusión de ritmos tradicionales con otros llegados de la diáspora africana en Estados Unidos como el funk, sobre todo, pero también el jazz y el disco. Con la intención de “profundizar en la relación entre la música de Nigeria y Benin” el álbum nos presenta un tema de Sir Victor Uwaifo y otro de Osayamore, grandes estrellas de la región. La psicodelia hace acto de presencia en la lúbrica Psychedelic Shoes, una joya de Tubom Rex por cuanto mezcla el espíritu de San Francisco con los ritmos africanos, y con un tono más funk y disco, la bombástica Black precious Colour, de Felixson Ngasia.

Solange: When I Get Home.

Es inevitable empezar cualquier crónica sobre Solange diciendo que es la “hermana de Beyoncé” pero es que no es cualquier cosa. La pequeña Knowles sin embargo brilla con luz más que propia con una sólida trayectoria que en 2016 tuvo su gran momento con el lanzamiento de A Seat in the Table, un disco de riguroso soul político sobre la negritud de una sutileza y emoción muy remarcables. Mientras Beyoncé es una superestrella de la música interesada en explorar los límites del mainstream, Solange es una artista que no aspira a las grandes masas y When I Get Home, basada en los sentimientos que le produjo el regreso a su hogar natal en Houston, es un disco sin hits y sensorial en el que la artista parece convertir sus propias emociones en texturas musicales. Con productores como Tyler the Creator (Down With the Clique y Time Is) y Sampha en los arreglos, queda claro que Solange busca la vanguardia. Investigadora y exploradora de la historia entera de la música negra de Estados Unidos, es una artista tan seria como capaz de emocionar.

La Casa Azul: La gran esfera.

Ocho años sin lanzar un disco son muchos pero los fans del músico barcelonés Guille Milkyway han podido disfrutar por el camino sus colaboraciones con Fangoria y desde luego no se han olvidado del exuberante talento de un músico pop sensacional capaz de convertir el hit como concepto en vehículo de emociones íntimas. Formado por canciones grabadas en los últimos años, dice Milkyway que sus próximos lanzamientos irán en una línea distinta y lo que podemos escuchar en este La gran esfera es un “resumen” de lo que ha sido este tiempo. Las canciones de La Casa Azul están siempre “arriba” y pueden llegar muy arriba como El colapso gravitacional, épica melodramática que pone los pelos de punta, o la fastuosa Gran esfera, la clásica canción del artista, con esos crescendos que encogen el corazón, y donde logra un bonito estribillo sin olvidar el poderoso arranque, Podría ser peor que marca su trayectoria como un atronador himno del desamor.

Atención Tsunami: Vltra.

Como ya indican desde el propio nombre de la banda, Atención Tsunami tienen la intención de hacer mucho ruido. Después de un disco más producido y marcado por las tendencias anglosajonas del momento, Vltra propone una “fiesta patria”, en sus propias palabras, además de un sonido más oscuro y punk. Utilizando el whammy, un pedal digital que desplaza la afinación de la guitarra arriba y abajo, Atención Tsunami se acercan al sonido de bandas españolas como Parálisis Permanente e incluso samplean el "españoles" de Arias Navarro en un trabajo más contundente en el que la producción electrónica está al servicio de un espíritu punk y rabioso. Retrato del momento actual de nuestro país, destacan canciones como Potencial, con ese bajo demoledor, o la punkarra Astray.

Billie Eilish: When we fall asleep.

Muy popular entre los jóvenes (el vídeo de su hit Bad Guy tiene 80 millones de visionados), la californiana Billie Eilish acaba de lanzar un álbum después de triunfar en la red con temas que componía y grababa ella misma en el sótano de su casa con su hermano. Abundando en una estética gótica y el cabello teñido de colores excéntricos, Eilish no está tan lejos de Justin Bieber aunque practica un pop más oscuro totalmente irresistible. Lo suyo es el hit sin contemplaciones y en este espléndido debut triunfa con canciones como Bury a Friend o sobre todo Bad Guy cargadas de una mezcla de energía y melancolía adolescente con todo lo bueno de los grandes hits angelinos.



@juansarda