Teatro

Doce actrices andaluzas y palestinas desvelan a Lope

24 enero, 1999 01:00

El Centro Andaluz de Teatro que dirige Emilio Hernández ha estrenado una particular versión de "Fuenteovejuna", producida con el teatro Al-Kasaba de Jerusalén. Actrices palestinas y andaluzas protagonizan esta revisión de la obra de Lope de Vega en la que las mujeres son las inductoras del regicidio. La obra se presenta en el teatro Alhambra de Granada, del 29 de enero al 7de febrero.

E l levantamiento del pueblo de Fuente Ovejuna (hoy Fuenteobejuna) contra el comendador le sirvió a Lope de Vega para relatar una leyenda que el director Emilio Hernández ha entendido como "un precedente en la lucha contra la impunidad. En este caso, el abuso de poder del que, por cierto, las mujeres son las principales víctimas. En el texto de Lope, son las mujeres las que mueven la revuelta, aunque sólo haya dos personajes femeninos".
A partir de esta premisa, Hernández le encarga a la poeta Ana Rossetti que haga una adaptación. Y ella, trabajando casi contrareloj, se puso manos a la obra para "Desbrozar, cortar y concentrar el espíritu de lo que se pretendía transmitir; dar forma, siendo absolutamente respetuosa con el texto de Lope de Vega, a la idea que tenía Emilio". Por un lado, el conocimiento largo que Rossetti tenía de la obra; por otro, el eco cercanísimo de lo que se plantea en la obra y en un tercer puesto, la legalidad que en los fueros de Castilla de aquellos tiempos amparaba la rebelión contra el tirano: "el regicidio era un derecho de los españoles si un regente, en este caso el comendador, cometía un delito semejante contra la sociedad".

Versión de Ana Rosetti
Todos son elementos que hay que unir al hecho de que Emilio Hernández concibiera su espectáculo a partir de doce actrices. Igualmente, Ana Rossetti ha hecho con gusto un trabajo de cuyo resultado, tanto personal como escénico se siente satisfecha: "Aunque lo critiquen, aunque lo discutan, me gustaría que los espectadores pudieran apreciar esta manera de ver la obra de Lope".
Estamos ante una escena que es una península de teatro rodeada de espectadores por todas partes menos por una. Las actrices, unas andaluzas y otras palestinas, se presentan como actrices que posteriormente incorporan los personajes de la obra, con diálogos en árabe y castellano. Una alambrada separa a las oficiantes del público hasta la última escena y la percusión, la danza y las canciones dan a la ceremonia un carácter festivo. "El marco -comenta Emilio Hernández- es una fiesta, porque estamos contando en realidad la historia de la victoria de Fuenteovejuna. Dentro de esa fiesta se relata la leyenda".
Con esa leyenda, Lope de Vega escribió la historia de un levantamiento que compartía, aunque en el texto incluyera toda clase de avisos y concesiones para no verse perseguido. La fuerza de Fuenteovejuna está tan clara que algunos ilustres críticos rusos, hiperbólicos por demás, sugirieron que había en ella un germen comunista, anecdótico, desde luego, pero significativo.
La coproducción con el teatro Al-Kasaba de Jerusalén significa que esta "Fuenteovejuna" realizará una gira por países árabes y está previsto que inaugure el teatro nacional de Ramala.
Como en los tiempos de Lope, también ahora para hablar de hoy se vuelve a las historias escritas siglos atrás. Así la posibilidad de ofensa queda difuminada.