Hoy
Esta perplejidad del lenguaje y de la incomunicación es una constante de la literatura dramática de Sergi Belbel desde que escribió "A.G./V.W. Caleidoscopios y faros de hoy", con la que ganó el Marqués de Bradomín en 1985. Muchas cosas de las que suenan en "Hoy" ya se ven en "Talem" o en "Caricias", pero en este texto corto se convierten prácticamente en ecuaciones que los actores tienen que resolver y no siempre resuelven. Se encuentran mucho más a gusto cuando usan su cuerpo que cuando usan su voz y tienen una insuperable tendencia a la solemnidad; la puesta en escena, también. Las mismas palabras suenan diferentes en una y en otro, pero las caricias tienen el mismo sentido. Acaban en la cama, que es donde acaban estas cosas. El texto se define como pre-texto y la pequeña escena de esta pequeña obra de teatro se deja desvanecer entre una cierta pedantería y la fugacidad de una noche en la que convienen en olvidar lo que inevitablemente recordarán por la mañana. La dirección y la interpretación aparecen muy elaboradas, demasiado elaboradas quizá, y el resultado final ha dejado olvidado los matices.