Teatro

Místicos

24 enero, 1999 01:00

"Las lamentaciones de Jeremías", dirigido por el ruso Anatoli Vassiliev, fue la revelación de la pasada edición del Festival de Aviñon. Este espectáculo paralitúrgico, inspirado en el Antiguo Testamento y en la música bizantina, el canto gregoriano y otros cantos religiosos de los Balcanes, visita Sevilla y Barcelona.

"Me dedico a lo esencial: la vida del hombre en el espíritu. No existe nada más. Por lo que he dejado de interesarme por los problemas relacionados con los aspectos morales de la existencia humana. Para mí no son más que trivialidades". Así se expresa Anatoli Vassiliev, a quien el crítico francés Georges Banu ha definido como uno de "esos artistas contemporáneos para los que el proceso tiene tanta o más importancia que la obra".
Anatoli Vassiliev es, junto a Yuri Liubimov o Alla Demidova, uno de los grandes creadores del teatro ruso. Este hombre con aire de personaje de Dostoyevski adopta el carácter del patriarca bíblico para quejarse amargamente de la situación por la que atraviesa el arte escénico en su país y, en concreto, la Escuela de Arte Dramático de Moscú que él dirige, y que debido a la crisis económica encuentra serias dificultades para desarrollar un ambicioso proyecto de expansión cultural.
El espectáculo "Las lamentaciones de Jeremías", se presenta en el teatro Central de Sevilla (30 y 31 de enero) y en el Mercat de les Flors de Barcelona (del 4 al 6 de febrero), es una producción de la mencionada escuela. En él, Vassiliev ha querido recuperar el carácter ritual de los antiguos misterios religiosos, en una fascinante combinación de teatro y canto, y cuya gestación se remonta a 1990-91.
Los creadores del espectáculo han recurrido a unas fórmulas teatrales cargadas de simbología, y la fusión de la escenografía, el movimiento y la partitura (original de Vladimir Martinov) es una suerte de teatro total que pretende reencontrar una identidad que existía hasta la división de la iglesia cristiana. Se anuncia como un espectáculo único.

L.P.