Teatro

La vida del revés

28 marzo, 1999 01:00

Autor: Lourdes Ortiz. Director: Emilio del Valle. Intérpretes: Carolina Solas, Chete Guzmán y Pilar Tordera. Teatro: Triángulo. Madrid.

Desde luego, la vida no es así, como se ve en esta obra de Lourdes Ortiz. No es así, pero sería fantástico. Un bulto abre la escena: es una mendiga. Pasa una ejecutiva, un encuentro casual, y todo comienza. La ejecutiva, en realidad un trasunto del ángel de "¡Qué bello es vivir!", consigue que la mendiga se recicle, consigue reciclarse ella misma y logra finalmente ayudar a un atracador a reconducir su vida. Son tres soluciones planteadas en tres actos, separados cada uno por tres años de diferencia.
Es un juego, un cuento bonito, una parábola con olor evangélico en el que los personajes se relatan unos a otros, a veces en exceso: "estamos dando demasiadas vueltas al rollo éste de las biografías", dice uno ante los interrogatorios de la hada buena. Una parábola para mostrar que es posible cambiar y que hay tiempo para hacerlo, por tarde que a uno le pueda parecer. La especie de hada buena tiene además una sensibilidad tan especial que adivina los nombres y llega a los corazones. Es un ángel. La vida no es así, pero sería fantástico que lo fuera. Para eso también está el teatro; para proponer otra opción, aunque en el escenario pueda sonar ingenua. Sin embargo, no. No suena ingenua. La dirección y los tres actores hacen que no lo parezca. Consiguen que juguemos todos a ese juego de si todo fuera del revés. Están muy bien, hay que decirlo; con sus cosas, pero muy bien; a veces con recurso y tono de eso que llamamos "profesional"; a veces, sin tiempo para que sucedan las cosas que tienen que suceder, pero la mayoría del tiempo muy bien. Un buen trabajo, sencillo, como la obra de Lourdes Ortiz, sin pretensiones, pero con verdad. Eso, señoras y señores, es casi un milagro en el teatro actual.