Teatro

Infatigable Tía Norica

Los títeres gaditanos estrenan su sainete más famoso

2 mayo, 1999 02:00

El teatro de La Tía Norica, con más de dos siglos de historia, es el retablo de marionetas populares más antiguo de Europa. Hoy, 2 de mayo, la compañía del mismo nombre estrena en el Baluarte de la Candelaria de Cádiz una versión actualizada de la pieza más famosas de su extenso repertorio: "El sainete".

La Tía Norica es un teatro de marionetas con más de 200 años de antigöedad. Original de Cádiz, es un ejemplo único de dramaturgia popular inspirada en el sentir y en la forma de entender la vida de los gaditanos. Una dramaturgia que se sustenta en dos personajes centrales: La Tía Norica, prototipo de la gaditana autodidacta con gran inteligencia natural, y su sobrino-nieto Batillo, especie de héroe infantil, un pícaro, con quien las gaditanas suelen identificar a sus hijos traviesos.
Este teatro, comparable aunque más antiguo a los poppys sicilianos o a los títeres de Lieja y que inspiró a García Lorca para su retablo de marionetas, ha atesorado un repertorio extensísimo, integrado por "disparates" o sainetes costumbristas y Autos de Navidad, que en parte nos han llegado gracias a la tradición oral.
La historia de la compañía se remonta a 1795 y desde entonces no ha parado de actuar hasta 1959, cuando desaparece parcialmente. En todo ese tiempo los títeres pertenecieron a propietarios privados hasta que en 1984 la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz apoya la creación del actual Teatro de la Tía Norica.
Las crónicas decimonónicas dan noticia de las actuaciones de la Tía Norica. Por ejemplo, a mediados de siglo pasado se informa sobre cómo las modas influían en la vestimenta de las marionetas: "Si en tiempos lejanos presentaban a la Tía Norica con saya de medio paso y monillo ajustado con botones de azabache ...[ahora] la Tía se presenta montada en un burro, a la última moda de París, con adornos como los de la Fanny, cual si fuera a una gira en Puerto Real".

Represenaciones en la calle
Inicialmente, las representaciones tenían lugar en un teatro de la calle Arbolí pero en 1870 se derribó el edificio lo que obligó a los títeres a salir a la calle. En 1897 se construye el terrazo de Chaves, considerado como una obra maestra de la arquitectura teatral de títeres y que ha sido reconstruído por la compañía actual. Funcionó hasta 1918 y su originalidad residía en que tenía dos plantas paralelas, que permitía la actuación de títeres de cuerda y de varilla. La planta superior era por donde desfilaban los muñecos de hilo, que eran manipulados desde arriba. Mientras que la inferior, que no era visible al público, era otro piso llamado paso de peana, en el que se colocaban los titiriteros para manejar los títeres de peana y varilla.
En 1920 La Tía Norica pasa a ser propiedad de Don Manuel Martínez Couto, quien complica los espectáculos, amplía la programación y de su mano el teatro vive años triunfales por ferias y fiestas de la Baja Andalucía. Al morir Couto, en 1945, el teatro actúa de vez en cuando con un repertorio sensiblemente reducido a losAutos de Navidad y "El Sainete", el mismo que ahora se estrena. Posteriormente, y hasta 1978, año en el que el Ministerio de Cultura adquirió y restauró el teatro y lo depositó en el Museo de Bellas Artes de Cádiz, la Norica, como la llaman los gaditanos, dejó de interesar al público.
La última etapa arranca en 1984, cuando se crea la compañía municipal. Es una etapa en la que, según su director, José Bablé, "se han respetado las técnicas y el repertorio tradicional combinado con técnicas y fórmulas teatrales actuales".
La compañía se estrenó con el sainete que ahora se representa, pero con la versión que hizo Couto y Povedano en los años treinta. Ahora, Bablé, que firma la adaptación, lo ha hecho más contemporáneo.
Otros títulos que han escenificado son "Autos de Navidad" y "Batillo Cicerone, Pimpi de Cái". Tratándose de Cádiz, para la puesta en escena no podía faltar la música de cantes y guitarras flamencas, percusión y coros infantiles.