La sala Ensayo 100 de Madrid acaba de estrenar a uno de los autores franceses más reputados pero que jamás había sido representado en nuestro país: Enzo Cormann. "Diktat" ha sido el título elegido para su presentación, una pieza escrita durante el conflicto de Bosnia, en la que el dramaturgo rescata el debate ideológico de los nacionalismos que recuerdan los genodicios y las guerras a las que conducen. Más actualidad no se puede pedir.

D espués de una guerra y 25 años, dos hermanastros se reencuentran. Compartían la misma madre pero son de etnias enfrentadas, así que cuando el conflicto estalló, se alistaron en bandos distintos y uno de ellos tuvo que refugiarse en Francia. Ha pasado el tiempo y el hermano que huyó vuelve a su país en busca de venganza. La herido sigue abierta. Por su parte, el que se quedó con los victoriosos ha ascendido políticamente, va a ser nombrado ministro.
La historia es de una verosimilitud aplastante. Al fin y al cabo "Diktat", nombre de la obra, fue la particular reflexión del dramaturgo francés Enzo Cormann sobre el conflicto yugoslavo. Escrita durante la guerra de Bosnia, el autor reflexiona en torno a los nacionalismos y la utilización de éstos como disculpa para la toma del poder, plantea cómo detrás del discurso de la raza y los valores patrios se esconden ocultos intereses políticos y económicos.
Por ello, a sus dos protagonistas no les está permitido un final feliz. Durante toda la obra mantienen posturas extremas, tensas discusiones, se hacen múltiples reproches hasta llegar a reconcialiarse. Sin embargo, el poder político acabará con sus vidas.

Reputado dramaturgo
ésta es la primera escenificación en nuestro país de una obra de Cormann, algo sorprendente si se tiene en cuenta que el dramaturgo ha sido representado en los teatros nacionales de Francia (estrenó "Exils", en el teatro de la Bastille, y "Thérèse Desqueyroux", en el Teatro Nacional de Estrasburgo), y su obra "Le rodeur" se ha escenificado en multitud de países. A pesar de su relevancia, el autor confiesa su predilección por los montajes pequeños, convencido de que el teatro que le gusta está refugiado en salas como ésta de "Ensayo 100".
Así pues, que nadie espere en "Diktat" un montaje complejo. La obra se sustenta en el trabajo del actor y en el texto. Por escenografía, nada más que el escenario desnudo, con el ladrillo visto y las ventanas cegadas. La acción se desarrolla en un edificio semiconstruido. Tampoco hay alardes luminotécnicos, algo que el propio autor ha agradecido pues no le gustan los efectos técnicos. La obra ha sido dirigida por Pilar Romera y Miguel Torres, quien también la protagoniza con Antonio Martínez. Torres llevaba dos años intentando montar la pieza. Desde entonces, ha encontrado mucha afinidad con Cormann, cuyo teatro califica de "variopinto y que habla de la cotidianidad, la guerra, el paro, asuntos que están a la orden del día".
Los intereses del dramaturgo están muy cercanos al mundo del jazz. De hecho, Cormann es autor de dos espectáculos musicales, uno de ellos dedicado al músico Charles Mingus ("Mingus"). El dramaturgo francés gusta de fusionar teatro y música creando "oratorios profanos" en los que recita textos propios acompañado de una banda. Según dice, hay que recuperar el sentido ritual del teatro.