Teatro

Mein Kampf de George Tabori. Dirección: Carme Portaceli.

11 julio, 1999 02:00

Intérpretes: Josep Costa, David Bagès, Ángel Llàcer, Lluïsa Castells, Gavina Sastre, Artur Trias. Teatro: Nou Tantarantana (Barcelona).

Cargado de simbolismos y poesía, este exorcismo textual de Tabori -judío húngaro, recordemos-, especula acerca del génesis de la personalidad de Hitler a partir de la extraña relación que surge entre un judío y el futuro dictador en un asilo para indigentes de Viena. Un texto interesante, aunque cargado de lugares comunes, que Portacelli ha querido montar desde el realismo (¿le hubiera sentado mejor una mirada más distante? tal vez), apoyándose en el notable trabajo actoral y en la palabra misma. El resultado es un espectáculo denso, con algunos excesos que la tijera de un adaptador hubiera podido evitar y más de un momento de particular eficacia dramática, como la irrupción de la Muerte (sorprendente Lluïsa Castells), la conversión -a golpe de peine y tijera- de David Bagès en Hitler o la larga escena en la que Himmlischst (àngel Llàcer) se ensaña con un pollo en clave de receta de cocina. Al margen de estos momentos, a Portacelli y al elenco se deben la uniformidad de un montaje sin voces disonantes.