Teatro

Realmente, pobres chicas

3 octubre, 1999 02:00

"Las chicas de Essex" son malhabladas, pobres y ven su futuro bastante negro. Así las creó Rebecca Prichard, uno de los nombres más jóvenes de la nueva dramaturgia inglesa, exponente del realismo de los 90. La sala Cuarta Pared de Madrid presenta hasta el 17 de octubre esta pieza que ha sido producida por la compañía Yacer Teatro.

Rebeca Prichard pertenece desde 1996 al grupo de la nueva dramaturgia inglesa patrocinada por el Royal Court of Theatre, la institución británica que desde 1956 ampara a los autores de teatro noveles. De algunos de ellos se estrenaron obras el pasado año en nuestro país, como "Shopping and Funcking", de Mark Ravenhill, y "La reina de la belleza de Leenane", de Martin MacDonagh, Esta temporada le toca el turno a esta joven que con tan sólo 28 años lleva escritas varias obras de teatro y acaba de hacer sus primeros pinitos como guionista de cine.

El interés por el texto de Prichard surgió a raíz de unas lecturas dramatizadas organizadas por el British Council y varias salas alternativas del país hace dos años y en las que se promocionaron obras de otros jóvenes autores ingleses como Jim Cartwright, Phyllis Nagy o la recientemente fallecida Sarah Kane. El director de la compañía Yacer Teatro, Pablo Calvo, se encargó de dirigir la de Prichard y ahora ha decidido llevarla a escena según la traducción que entonces hicieron David Planell y Oiga Abásolo. Tras su estreno el pasado mes en el Festival de las Autonomías de Madrid, se representa hasta el 18 de octubre en la sala Cuarta Pared.

Sin acción

Más que una obra de teatro, "Las chicas de Essex" es una serie de diálogos cruzados, en los que no hay acción, tampoco trama, no pasa nada. Pablo Calvo define la obra como "retazos de realidad, que tratan de mostrar lo que pasa en la sociedad sin transmitir mensajes morales, Cierto que no hay acción pero el planteamiento es muy teatral, con diálogos muy fluidos y, sobre todo, la obra hace reir al público".

Con el trasfondo social de una Inglaterra obrera, la obra se compone de dos piezas. En la primera, tres chicas adolescentes conversan en torno a sus vivencias escolares y sus relaciones sentimentales. Su lenguaje es vulgar, grosero, procaz; hablan con un verbo que en tiempos de sus madres habría escandalizado a buen seguro pero que hoy se ha hecho cotidiano entre la juventud. Es entonces ¿una obra para jóvenes? "Yo crecí en Billericay", dice Prichard, "y las memorias de mi escuela y la gente que conocí reaparecieron mientras escribía esta obra. 'Las chicas de Essex' es resultado de la deuda contraída con estas jóvenes mujeres que conocí cuando yo empezaba como dramaturga. Les deseo que tengan la libertad de tener en sus manos lo que sienten en sus corazones y espero que sus convicciones fluyan paralelamente a sus deseos.

La segunda pieza resulta menos agresiva desde el punto de vista del lenguaje pero más intensa de contenidos. Dos mujeres, una de ellas madre de un niño pequeño, dialogan sobre sus dificultades en la vida: paro, familias desestructuradas, sueños imposibles, asistentes sociales que en nombre de los buenos ideales les hacen la vida más difícil todavía. Personas débiles y solas. "Si pides auxilio en este mundo, lo único que oyes es el eco", dice una de ellas. Una pieza sin acabar que alcanza su punto más álgido al final: cuando el marido de una de las dos mujeres se presenta exigiendo ver a su hijo. Es el momento en el que la autora prefiere terminar la obra, quizá como metáfora de una sociedad a la que también le falta desarrollo y buenos desenlaces.

Realismo de los 90 para una puesta en escena que tiene poco de realista: "Me gusta mucho seleccionar textos que tienen que ver con la realidad y hacer inventos, jugar con la luz para acentuar el dramatismo. Por eso he huido del naturalismo" añade Calvo.

Actores noveles

Un elenco de jóvenes actores (Imelda Casanova, Leticia Sola, Ruth Salas, Carmen Menager, Eugenia Sanmartín y Oscar Hernández) encabezan el reparto. El director firma también las letras de las canciones que, con música original de Los Enemigos, sirven de transición entre las dos piezas.

"Las chicas de Essex" supone la sexta obra que Yacer Teatro produce. Desde su aparición en Madrid, en 1991, el interés de esta compañía ha sido llevar a escena textos de dramaturgos noveles como demuestra su repertorio, integrado por nombres como José Ramón Fernández, Hanif Kureishi o Yolanda Pallín, La compañía ha actuado en espacios alternativos, pero a su director lo encontramos de actor en obras comerciales de la cartelera madrileña como "La ratonera". Gages del oficio.