Teatro

"Nuestro Dalí lucha contra todo"

Ramón Fontserè

7 noviembre, 1999 01:00

Ramón Fontserè lleva ya 17 años en Els Joglars. Ha sido Pujol, Josep Pla y ahora Dalí, tres personajes célebres que han inspirado las últimas obras de la trilogía sobre Cataluña de Albert Boadella. Ahora, en la piel del genio de Cadaqués, se convierte en un agonizante que, entre delirio y delirio, ridiculiza el arte moderno, de Picasso a Tàpies. "Daaalí" se estrena en Madrid el día 11.

Albert Boadella y su cuadrilla de actores "agropecuarios" Els Joglars llegan esta semana a Madrid con su última creación: "Daaalí", un espectáculo de factura impecable, abundante en chistes boadellianos, irreverente con la pintura moderna y laudatorio de la figura del pintor. Un espectáculo de tres horas que cierra la trilogía sobre Cataluña del dramaturgo y que, una vez más, está protagonizado por Ramón Fontserè, un chico que llegó a Els Joglars sin ninguna ambición y que ha acabado como primer actor de una compañía sin estrellas.

-Junto con su hermano y Jesús Agelet, usted es uno de los integrantes más antiguos del grupo ¿Hasta dónde llega su lealtad con Boadella? ¿No le han entrado ganas de abandonar la compañía?
-Sí, claro, pero nunca me han ofrecido mejores condiciones que en ésta. Vivo en el campo, trabajo cerca de mi casa, aprendo muchísimo y estoy a gusto con Boadella. Si me ofrecieran algo semejante, claro que me iría. Pero trabajar en esta compañía también tiene desventajas.

-¿Cuáles son las desventajas de trabajar en Els Joglars?...
-Pues se trabaja mucho y se viaja constantemente, se pasa gran parte del tiempo fuera de casa. Pero son gajes del oficio.

-¿Cómo entró en Els Joglars? Boadella se jacta de que sus actores nunca pasarían un examen de ingreso en una escuela de Arte Dramático.
-Yo era un chaval sin ningún interés intelectual ni artístico. Pasaba de todo. Mi padre era piloto de helicóptero y yo también intenté serlo. Pero no pasé las pruebas y, además, me enteré de que era daltónico. Mi familia tenía granjas de cerdos y un tiempo también me dediqué a ello. Hasta que me apunté al Instituto de Teatro de Vic para pasar el rato. Boadella hizo unas pruebas y me contrató para trabajar en "Teledeum". Desde entonces, estoy aquí.

-Teniendo en cuenta que Boadella escribe sus obras pensando en los actores de su compañía, le debe llenar de orgullo que le dé los papeles protagonistas.
-Me los da porque no paro de regalarle jamones de jabugo y vinos de Borgoña, que le gustan mucho. Bueno, en realidad, es algo coyuntural que se hayan hecho tres obras con un protagonista y, por otro lado, nadie regala nada, yo me lo he currado mucho.

Proceso de creación

-Cómo es el proceso de creación en Joglars. ¿El director lleva muy avanzado el texto a los ensayos? ¿Cuánto tiempo emplean en preparar una obra?
-Boadella propone un tema y nosotros ya vamos documentándonos. En esta obra, por ejemplo, Boadella ha trabajado casi un año y, luego, hemos ensayado cinco meses en la cúpula de Pruit. él llega a los ensayos con la dramaturgia bastante definida pero sin las escenas resueltas, aunque a medida que pasan los años, el traje del espectáculo cada vez lo hace más a medida. El proceso de creación es interesantísimo, son momentos en que sufrimos tremendas subidas y bajadas de ánimo. Y Boadella tiene una paciencia infinita.

-O sea, la creación es colectivo pero está claro quién dirige.
-Sí. Boadella es un grandísimo pedagogo, un gran director de actores. No es de esos directores que persiguen que hagas el personaje tal y como a ellos les gustaría interpretarlo, sino que te va haciendo sugerencias, dándote ideas. Además, sabe decirte las cosas, dirigirte, que es de lo que se trata. Es muy sensible al actor.

-Su personaje del pintor catalán ¿es un retrato realista de Dalí o, como con Pujol, una caricatura?
-No soy un imitador y tampoco he perseguido hacer una parodia. Intento hacer una recreación de Dalí, y en este sentido, he intentado chupar su alma, recrear su carácter y temperamento. Era un personaje fascinante y creo que nos ha quedado como el Don Josep de "El Nacional" pero más épico y con un elemento poético más acentuado. Un Dalí quijote, que lucha contra todo.

-Para preparar el personaje ¿ha conocido a familiares del pintor?
-No me gusta pisar terrenos sagrados, todo lo contrario, me gusta tomar cierta distancia con el personaje. Nunca ataco un personaje de frente. Soy un poco traidor, me gusta acercarmen lentamente, por los lados. De lo contrario, me acojono y no sé si estoy haciendo de Dalí o de Fumanchú. En esta compañía, antes del estreno tenemos por costumbre tomarnos una semana de farra. De esta manera, nos fuimos a Cadaqués, al Museo Figueras y Port Lligart, donde vivía Dalí, un sitio alucinante donde prácticamante sólo se podía acceder por mar y en el que cuando Dalí llegó debían vivir sólo las lagartijas. Luego, hemos conocido a Antoni Pitxot, la familia con la que se crío Dalí, una familia de intelectuales y artistas que ya predijeron la genialidad del artista.

Muy trabajadores

-Boadella ha dicho que los tres personajes de la trilogía -Pujol, Pla y Dalí- apenas tienen nada en común, tan sólo que son tres grandes trabajadores.
-Sí, los tres son grandes trabajadores. A Pla la gente lo consideraba un bohemio, pero era un currante casi estajanovista, escribió muchísimo. Y a Pujol le diríamos que no trabajara tanto.

-Pero a diferencia de Pujol, Dalí y Pla son tratados con admiración.
-Sí, nos caen bien. Dalí y Pla son librepensadores y pecadores, se salen de la mediocridad, van a contrapelo y aportan cosas. De Jordi Pujol no podemos decir lo mismo.

-Muchos han visto en la obra una defensa desproporcionada del arte y la genialidad de Dalí y, quizá, porque el personaje no cae tan bien, especialmente entre la progresía, la obra guste menos.
-Peor para ellos si no les gusta. Nuestra intención es divertir al público y que la obra llegue a cuanta más gente, mejor. Si alguien no está de acuerdo, nos parece muy bien. El teatro moderno pretende crear una discusión. Nosotros no hacemos un dogma del arte con Dalí. Si la gente discute, es que ha entrado en el espectáculo.