Teatro

"Requiem" en Barcelona

Sin equipaje por Lisboa

28 noviembre, 1999 01:00

La novela "Requiem", del escritor italiano Antonio Tabucchi, ha sido llevada a los escenarios por Xicu Masó, quien dirige un "juego teatral" basado en la figura de Fernando Pessoa y su mítica relación con Lisboa. Hasta el 12 de diciembre, la sala Nou Tantarantana de Barcelona mostrará el mundo onírico de un viaje interior fascinante

Un hombre espera a Fernando Pessoa en mitad de una lisboeta mañana soleada. Es consciente de que está soñando, porque cuando se durmió leía en un jardín "El libro del desasosiego", del gran poeta portugués. Pessoa llega, pero no de inmediato. Antes lo harán algunas presencias inquietantes. El padre muerto del protagonista, un viejo pintor especializado en pintar detalles de "Las tentaciones de San Antonio", de El Bosco, o uno de sus amigos desaparecidos, por ejemplo. El deambular por Lisboa de este hombre -Pep Tosar y su cadencia mallorquina, en la ficción- será en realidad un viaje por el interior de sí mismo, en el que tendrá ocasión de revisar sus fantasmas hasta que logre sentirse, como se dice en el texto, "mucho más ligero".

Tal es la peripecia que contó Antonio Tabucchi en su novela "Requiem", un homenaje a la ciudad de Lisboa y a su poeta más emblemático, y que ahora llega a las tablas de la mano de una adaptación realizada por Xicu Masó, Pep Tosar y Lluís Massanet.

El encanto del texto ha propiciado su interés por realizadores como Alain Tanner, que lo adaptó a la gran pantalla. En este caso, sin embargo, la adaptación, casi un acto de homenaje, ha pretendido "transmitir la fascinación que me produjo leer la novela por primera vez", explica Xicu Masó, que también firma la dirección del montaje. Tabucchi sólo ha publicado dos piezas de teatro que editó Huerga y Fierro bajo el título "Los diálogos frustrados". Sin embargo, Masó ha encontrado que la novela apunta un juego teatral, "puesto que en la primera página aparece una relación de los 'dramatis personae', un hecho, cuanto menos, curioso". El equipo se tomó "ciertas licencias" en la adaptación del texto a las tablas -supresión de escenas, conversión de los personajes de Casimiro y Casimira en uno solo...pero Masó está convencido de haber sabido mantener su mismo espíritu, "de modo que a quien le guste la novela, disfrutará con nuestro montaje tanto como quien no conozca a Tabucchi o a Pessoa." "Réquiem (una allucinació)" se estrenó el pasado mes de julio dentro del Festival Grec, pero ofreció cuatro únicas funciones. En su búsqueda de un escenario donde desembarcar esta temporada, el espectáculo topó con algunos escollos, según explica su director y artífice. "Es muy difícil, en estos momentos, encontrar sala en Barcelona para un espectáculo como éste, de medio formato", explica Masó, y añade: "Todo el mundo afirma que el teatro en Barcelona va muy bien, y yo creo que son buenos tiempos para el gran espectáculo. En cambio, en muchos otros aspectos, hace tiempo que cojea por todos lados." Finalmente, "Réquiem" recaló en la diminuta sala del Nou Tantarantana, donde se verá hasta el 12 de diciembre, pero hubo que modificar la escenografía de Pep Oliver completamente para adaptarse a las reducidas dimensiones de la sala de Poble Sec. "Lo que hemos perdido por un lado lo hemos ganado en proximidad del público", se conforma el director.

El reparto de "Réquiem" está formado por Pep Tosar (en el papel del hombre sin nombre, alter ego del mismo Tabucchi), Víctor Pi, Xavier Ripoll, Cristina Cerviá, Marissa Josa y el veterano Feliu Formosa. Excepto Tosar, todos interpretan varios papeles, correspondientes a las oníricas presencias con que va topando el protagonista. Para Formosa, que desde hace varios años alterna la interpretación con la traducción y adaptación -actualmente trabaja en la traducción al catalán del teatro completo de Bertold Brecht-, "los diferentes personajes que interpreto son, en realidad, uno mismo, en el sentido de que todos comparten un mismo tono: el de lo onírico."

El atractivo de esta propuesta la resume muy bien Xicu Masó: "Ojalá todos tuviéramos alguna vez la oportunidad de poner orden en nuestro rompecabezas personal, en nuestros fantasmas. Creo que si lo hiciéramos también nos sentiríamos, como el personaje y el espectador de esta obra, sosegados."