Teatro

Ensayo 100 presenta el último montaje de Cuerpo Transitorio

Entre el cielo y la tierra

5 diciembre, 1999 01:00

Tras el éxito de "El territorio de Ofelia", Danza-Teatro Cuerpo Transitorio llega a Ensayo 100 de Madrid. Presenta "Dolorosa", una visión de la sensación que provoca en la gente las diferentes imágenes de la Virgen María en algunos rincones de la cultura católica.

Con la inquietud por transmitir sensaciones con el cuerpo, la compañía creada en Barcelona en 1996 por la actriz y directora brasileña Rosana Barra y la coreógrafa chilena Feodora Fonseca, Cuerpo Transitorio, llega a la sala Ensayo100 de Madrid con su último espectáculo de danza-teatro: "Dolorosa". Un montaje que, superando la polémica que pudiera ocasionar el tema, y llevándolo al sencillo "terreno de las emociones" -advierte Rosana-, busca la impresión de las sensaciones que provocan en las personas las distintas imágenes de la Virgen María representadas en la tradición católica.

Ligereza inmersa en lo etéreo, movimientos circulares en un tempo lento se mezclan con la frialdad y la dureza de un estatismo sugerido por las imágenes de barro, mármol, madera y las estampas recogidas en diversos lugares del mundo. "Sé que cada icono forma parte de una interpretación humana, pero es interesante y esta contraposición me atraía", explica la actriz brasileña. "Me producía emociones paradójicas: instinto maternal, soledad, frente a las poses cristalizadas de las imágenes. Y, paralelamente, siempre había un fuerte dolor en el rostro", añade.

Universo femenino

Con apoyo bíblico e inspirándose en la literatura de Saramago, Cuerpo Transitorio plasma sobre la escena los rasgos interiores de la Dolorosa, en una relectura del mito que neutraliza el personaje y toma la iconografía para incorporarla al cuerpo de los actores. "Nos interesa, sobre todo, la fantástica energía que desprende y ésta es la que intentamos proyectar en nuestros gestos".

La Dolorosa de esta obra es el universo femenino, la madre incondicional que aparece como ser divino o personificada como una mujer de nuestros días, dentro de un ritual que une lo cotidiano y lo sagrado. Sólo existe un personaje masculino en escena, un showman que vende soluciones y "que en esta obra representa el punto duro e irónico", apunta Rosana Barra. "Me interesaba la condición de mujer y el rasgo eterno del rostro de las imágenes, lo atemporal, que en el arte siempre resulta atractivo ", manifiesta.

Espacios sutiles


Instantes a modo de flash en los que se intenta recrear cierta atmósfera mística, cierta espiritualidad que se proyecta en objetos que se van añadiendo a la escena al ritmo de una música instrumental, en la que no faltan los mantras hindúes. En ellos la imagen de la Virgen María es vehículo para explicar otros temas: pobreza, culpas cotidianas, amor.

Tras el éxito de "El territorio de Ofelia" (Premio Especial del Jurado en el II Certamen de Teatro para Directoras de Torrejón de Ardoz ,1999), "Prescindibles" y "Vía de acceso", Cuerpo Transitorio ha creado un estilo propio basado en el equilibrio, en la combinación de disciplinas y en la superación de las fronteras que puedan existir entre la danza y el teatro. "Bajo mi punto de vista la simple acción de coger un vaso de agua dentro de un contexto determinado ya es danza y, por supuesto, también es teatro", explica la actriz y directora brasileña.

Tal vez por ello trabajan con espacios sutiles, materializando la información del subconsciente en movimientos de danza Butho y en personajes que bailan con pequeños y lentos pasos. "Nos importa la calidad del movimiento de cada parte del cuerpo, capaz de bailar independientemente, para que al final el cuerpo se manifieste en toda su globalidad".

"Dolorosa" es equilibrio, luz que juega entre lo sagrado y lo profano, entre el cielo y la tierra. Una búsqueda de la comunicación directa con el público, cuerpo y alma transformando lo que nos es familiar para reconocerlo en forma de arte teatral.