Teatro

La sonrisa de la tragedia

Moma Teatre estrena una obra de Christopher Durang

5 diciembre, 1999 01:00

La compañía Moma Teatre abandona el clasicismo de Voltaire para aventurarse en un proyecto arriesgado que intenta demostrar que "el teatro no sólo es comedieta". Naturalesa i propòsit de l’univers, de Christopher Durang, que se estrenará en el Espai Moma el 9 de diciembre en Valencia, es un tiro en el corazón de los dogmas. En su lengua, como siempre.

Hay veces en que la comedia es la sonrisa de la tragedia, en que las líneas divisorias son tan finas que las ideas preconcebidas acerca de lo que es alegre o triste, gracioso o terrible, se desmoronan como una torre de cerillas. Christopher Durang, el autor de Naturalesa i propòsit de l’univers, el último proyecto de Moma Teatre, es un equilibrista de las emociones, un mago del desconcierto que con un simple movimiento de pluma puede irritar, conmover, herir o provocar las mayores carcajadas de un público que, con certeza, no olvidará la representación.
La iglesia, la familia, el sexo y los transtornos mentales, algunos de sus temas recurrentes, desfilan por las corrosivas palabras de los personajes, por sus movimientos y gestos. Naturalesa y propòsit de l’univers se desarrolla en una semana de la vida de Eleanor Mann, un ama de casa americana que vive con su marido, un fanático religioso, y sus tres hijos (el mayor, drogadicto; el mediano, homosexual; y el último, castrado en un accidente doméstico por una segadora). A este rocambolesco panorama se suma un nuevo incidente: la familia se se ve involucrada en una conspiración para asesinar al Papa que, en un futuro cercano, visitará Nueva Jersey para bendecir el aire. La ayuda de una monja radical negra lleva el plan a paraderos insospechados.

Bajo la aparente banalidad de las situaciones recreadas, Durang arremete contra los tópicos de la fe ciega y los problemas que ésta puede acarrear a la familia media americana. Con un padre alcohólico y una madre que marcaba los días del calendarío con diferentes iniciales dependiendo de si la borrachera de su marido había sido mayor o menor, Durang desconfía de la vida conyugal y del matrimonio que, a veces, deja de ser el paraíso prometido para convertirse en el peor de los infiernos. El personaje de Eleanor Mann demuestra que la violencia doméstica puede ser la peor, que no por cotidiana es menos cruel. En las obras de Chejov, todo el mundo se enamora de la persona incorrecta; en las de Durang, los personajes persiguen imposibles, "cosas que no se pueden alcanzar". Sin embargo, el escepticismo del autor va siempre acompañado por un peculiar sentido del humor y de la piedad: "Me gusta combinar lo alegre y lo triste, que el público se ría de las situaciones pero sienta lástima de los personajes", confiesa.

Un proyecto arriesgado

Pero si el matrimonio es uno de sus blancos preferidos, la Iglesia es contra el que arremete de forma más directa. Una monja negra revolucionaria, una beata con doble personalidad y un marido con mucha fe y pocos escrúpulos son algunos de los personajes que desfilan por la obra que Moma Teatre se ha atrevido a adaptar. Tras su último montaje, Cándid, de Voltaire, una adaptación de Joaquín Hinojosa dirigida por Carles Alfaro, los valencianos han decidido cambiar de registro y regalarle a su público una pieza que difícilmente podría ser programada en un teatro público. Desde 1996, el grupo cuenta con su propia sala, el Espai Moma, un teatro "vinculado a un proyecto muy serio que nos lleva a meditar mucho sobre los montajes que presentamos", explica Eva Contreras, responsable de la promoción. "Queremos acostumbrar al público a un teatro inteligente, añade. Naturalesa i propòsit de l’univers, es una obra que puede provocar reacciones adversas, dividir al público e incluso ofender, pero que esconde una verdad profunda; es una comedia pero habla de situaciones reales, eso sí, muy exageradas".

El espectáculo, dirigido por Rafael Calatayud, está protagonizado por Manuel Puchades, Salomó Sanjuan, Mamen García, Domingo Chinchilla, Sergio Caballero, Jerónimo Cornelles y Empar Canet. Una cuidada escenografía (a cargo de Carles Alfaro) es otro de los atractivos que ofrece este proyecto, tan audaz como interesante.